Sunrise Sherbert

La esencia misma del sabor

Preciosos y brillantes cogollos color púrpura

Sunrise Sherbert ofrece un crecimiento vigoroso y robusto en las primeras fases del periodo vegetativo, con hojas anchas de naturaleza índica. Sus abundantes y firmes ramificaciones laterales crecen en todas direcciones, lo que provoca un crecimiento vertical más lento de lo habitual, y en la fase de floración el desarrollo de brotes es uniforme. Las plantas se estirarán una media de un 30% en la transición a la fase de floración. En las ramas secundarias la cantidad de cogollos púrpura, densos y compactos, es también grande, lo que hace innecesario dedicar mucho tiempo al manicurado al final de la floración. A nivel climático es muy versátil, por lo que es apta para climas húmedos y secos. Los cogollos son extremadamente resinosos, lo que les confiere un gran atractivo. Su perfil terpénico es muy complejo e intenso, y se manifiesta con matices a pimienta, a limoncillo y a frutos rojos, muy bien combinados con toques a limón dulce, a madera de pino y a lavanda. Su efecto provoca un potente subidón psicodélico a nivel mental, seguido de una fuerte estimulación corporal. Es muy agradable para su uso al final del día, y entraña una gran experiencia, para paladares expertos y principiantes, que redefine la esencia misma del sabor.

Flores y más flores

Una estructura de hierro preparada para albergar pesadísimos cogollos

Sunrise Sherbert presenta un crecimiento rápido y compacto con hojas anchas. Sus ramificaciones secundarias son fuertes y firmes, con un desarrollo muy homogéneo de los cogollos, y sus demandas metabólicas exigen un régimen alimenticio más alto de lo habitual. En interior se recomienda el enrejado simple de las plantas para maximizar la producción de flores. La eliminación de hojas durante la tercera y la sexta semana del periodo de floración favorecerá la producción de cogollos en las capas segunda y tercera de la zona superior. El manicurado debe ser discreto ya que también brotarán cogollos densos y compactos en las ramas inferiores del tallo. Se pueden cultivar entre 6 y 9 plantas por m², en función del tamaño de la maceta y del periodo vegetativo, para que la zona superior de la planta tenga el espacio suficiente. El cultivo en exterior exige un manicurado mayor debajo de las capas superiores de la planta, y se aconseja un doble enrejado para afianzar el apoyo de sus pesados cogollos. La eliminación de hojas facilitará la penetración de la luz para incrementar la producción de cogollos en las fases finales.