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Cannabis californiano

Una genética made in USA, resistente y potente

La floración tiene lugar desde el día 30 hasta el 55, y se cultiva con total normalidad en lugares con veranos cortos, en las regiones del norte y en ambientes húmedos. Para optimizar el crecimiento y potenciar la producción es aconsejable mantener un ambiente seco en los cultivos con macetas o en los cultivos directos sobre el suelo. No obstante, es una variedad apta y con buenos resultados en los climas húmedos o secos.

En su aroma y su sabor confluyen intensas notas a carburante y a pimienta, con toques a madera de pino y matices terrosos. Produce un potente y duradero subidón cerebral, acompañado por un relajante efecto físico. Su perfil de terpenos, fuerte y diésel, define el carácter del cannabis asociado al mercado californiano.

Una genética que sabe aclimatarse

Planta altas y productivas en poco tiempo, con los cuidados básicos

Durante el período vegetativo se recomienda un riego moderado. Posteriormente habrá que incrementar la cantidad de agua hasta que las hojas lleguen al borde de la maceta. En cuanto a la luz, las plantas necesitan un ciclo de 20/4 horas en interior, pues alcanzan su máximo potencial si están sometidas a condiciones lumínicas muy intensas, como sucede en exterior a mediados de verano, cuando su productividad se incrementa notablemente.

Para consolidar un desarrollo vigoroso, lo ideal es estabilizar el nivel de humedad en un 60% durante las etapas iniciales. Una buena alimentación favorece la asimilación de los recursos disponibles, y su correcta metabolización. Dado el tamaño de las plantas, que pueden alcanzar una altura de 1,5 metros, se recomienda su enrejado para favorecer el desarrollo de los cogollos.