Con el aumento de los cultivos hidropónicos de cannabis a escala comercial, también se ha dado un aumento en el número de cultivadores que intentan reproducir esta misma técnica de cultivo en sus casas. El cambio de un cultivo orgánico tradicional a un cultivo que implica el uso de productos químicos presenta sus ventajas y desventajas, del mismo modo que el cambio de un cultivo hidropónico a uno orgánico también tiene sus pros y sus contras. Aquí te explicamos cuáles son los verdaderos beneficios de cultivar marihuana de manera orgánica.
Por Stoney Tark
Entender el papel de los microorganismos beneficiosos
Hay una frase que se suele utilizar al hablar del cultivo orgánico: "Don't panic, it's organic" ("Que no cunda el pánico, es orgánico"). Esta frase es una manera sencilla de explicar este relajado método de cultivo de bajo mantenimiento que se lleva practicando en todo el mundo desde hace miles de años, y que sigue siendo la única opción viable de cultivo. La base del cultivo orgánico es el reciclaje de materia orgánica en combinación con bacterias y hongos beneficiosos. Cuando las plantas realizan la fotosíntesis y producen azúcares, los niveles de estos en la zona radicular aumentan considerablemente, lo cual atrae a microorganismos indígenas hacia la planta.
Hoy en día podemos mejorar el crecimiento de nuestras plantas de marihuana con fertilizantes ricos en nutrientes, en forma sólida o líquida. Se necesita un equilibrio entre los niveles de N-P-K (nitrógeno, fósforo y potasio) y los oligoelementos que se encuentran en la red alimentaria del suelo, para así favorecer la aparición de diferentes grupos de bacterias y hongos que realizan tareas específicas tal como está configurado en las leyes de la naturaleza. Estas incluyen convertir, fijar o inmovilizar ciertos compuestos en las raíces cuando estas los necesitan.
Este es el motivo por el que las empresas que producen nutrientes ofrecen diferentes grupos de bacterias beneficiosas para las distintas etapas del ciclo de vida de las plantas. Algunas bacterias tienen el papel de fijar el fósforo y el potasio, algo necesario durante la fase de floración. El té de compost aireado también puede utilizarse a partir de la tercera semana de floración y con él no es necesario realizar el aclarado de las plantas. Como los microorganismos del té de compost son aerobios, estos crecen bien en entornos con altos niveles de oxígeno, donde se pueden multiplicar rápidamente.
Alimenta a los microbios para alimentar a la planta
Cuando hayas adquirido un conocimiento básico de cómo funciona la red alimentaria del suelo, puedes comenzar a pensar en cómo se utiliza la materia orgánica como fuente de alimentación. Toda la vida orgánica se descompone y transforma en una base de carbono. Durante el proceso de descomposición la estructura de la materia orgánica se desintegra y devuelve N-P-K, oligoelementos y carbono al suelo. Añadir lombrices o humus de lombriz a la tierra es una manera idónea de asegurarse de que los microorganismos beneficiosos sean devueltos al sustrato.
El humus de lombriz posee un buen equilibrio de micro y macronutrientes, además de una rica mezcla de bacterias beneficiosas que se genera en el estómago de las lombrices. El compost es también una forma excelente de añadir bacterias y hongos al suelo, y así devolver una rica fuente de magnesio de metabolismo lento a las plantas. Esto puede resultar particularmente beneficioso al cultivar cepas O.G Kush, que suelen necesitar más magnesio que otras variedades.
El compost está llenísimo de vida. Cuanto más tiempo se dedique a reciclarlo y a añadirle componentes, más nutrientes y microorganismos beneficiosos albergará.
Ventajas del cultivo orgánico
El coste del comienzo: si cultivas a pequeña escala y prefieres una forma básica de cultivo que requiera poco mantenimiento, el cultivo orgánico es una buena opción ya que su puesta en marcha resulta sencilla y económica. Puedes adquirir un sustrato completo y nutrientes líquidos orgánicos de manera fácil y con bajo coste, lo cual será suficiente para toda tu primera cosecha. En comparación con el cultivo hidropónico, adquirir macetas, tierra, nutrientes líquidos y una regadera te resultará bastante asequible.
Disponibilidad de material: Lo mejor del cultivo orgánico es que, si lo haces bien, siempre tendrás materia orgánica disponible de diferentes fuentes: desde tu propio contenedor de compost de lombrices, hasta tierra del bosque, microorganismos indígenas creados a partir de tierra del bosque, o compost producido a partir de residuos biológicos verdes o marrones. Todo esto puede realizarse fácilmente en diferentes épocas del año dependiendo de las estaciones. Podrás disponer de un suministro interminable de materia orgánica, y siempre y cuando te organices con antelación, podrás disponer de él en tu propio jardín para todas las necesidades de tu cultivo orgánico.
Efecto tampón natural: el cultivo orgánico puede ser tan sencillo como regar las plantas manualmente con tan solo agua, y dejar que los microbios y los hongos hagan el resto. Si a las plantas no se las alimenta con nada demasiado radical o a base de sustancias químicas, se crea un efecto tampón de 72 horas en el que las plantas descomponen los nutrientes y deciden cuáles necesitan. Este es uno de los motivos por los que el cultivo orgánico tiene tanto éxito, especialmente cuando la red alimentaria del suelo funciona a su capacidad máxima.
Sabor y aroma: Muchos cultivadores creen que las flores orgánicas saben y huelen mucho mejor que los cogollos de cultivos hidropónicos. Algunos sostienen que los cogollos orgánicos que crecen en exterior bajo la luz directa del sol producen perfiles terpénicos de calidad superior, y presentan mejor sabor, olor, suavidad y características generales.
Rendimientos más bajos que en los cultivos hidropónicos: mientras que los cogollos orgánicos se llevan el primer premio por su sabor y perfil terpénico, los cultivos hidropónicos sobresalen por su productividad. Los cultivos orgánicos producen resultados de altísima calidad para los paladares más exigentes, pero cuando se trata de producir fruta, verdura o marihuana comercial en cantidades industriales, los cultivos hidropónicos producen hasta 3 o 4 veces más cantidad que los cultivos orgánicos.
8 consejos clave para el cultivo orgánico
- El té de compost hecho con humus de lombriz es perfecto para el inicio de la fase de crecimiento y para la fase de floración. Puedes añadir humus de lombriz a las raíces y complementarlas con humus de lombriz líquido que también puede utilizarse como espray foliar.
- A la hora de crear tu propio compost, es importante saber qué materia orgánica es más adecuada para cada tipo de organismo. La materia orgánica marrón es más apropiada para los hongos, mientras que la materia verde es más adecuada para las bacterias.
- Añade lombrices a la tierra o a tu sustrato orgánico casero para mejorar la ventilación de la zona radicular, aumentar el número de microorganismos beneficiosos y devolver a las plantas oligoelementos y niveles equilibrados de nitrógeno, fósforo y potasio.
- Después de cosechar tus plantas puedes dejar las raíces en la tierra o cortarlas y dejarlas mezcladas con el nuevo sustrato para el siguiente cultivo. Así estarás dejando en el suelo los microorganismos beneficiosos que has conseguido crear para que también las nuevas plántulas o clones se puedan beneficiar de ellos. Las plantas jóvenes se amarrarán a estos microorganismos para formar una relación simbiótica, lo cual les proporcionará el mejor comienzo en la vida.
- Añadir a tu sustrato orgánico perlita, fibra de coco, Hydroton y tierra diatomácea mejorará la ventilación y el drenaje de las raíces. Cuantas más bolsas de aire haya en las macetas, más se desarrollarán las raíces ya que tenderán a expandirse hacia esos huecos.
- Añade una fuente de alimento rica en carbono a tu té de compost aireado. Si añades melaza blackstrap no sulfurada, los microbios y los hongos estarán bien alimentados mientras se metabolizan en un marco de tiempo de 24 horas.
- Nutrir a tus plantas mediante un sistema de riego presenta muchas ventajas y no significa que se tengan que utilizar nutrientes químicos necesariamente. Si utilizas solo agua o una solución enzimática y las nutres periódicamente siguiendo una rutina establecida para no regarlas ni demasiado poco ni en exceso, puedes obtener grandes resultados tanto en interior como en exterior.
- Añadir una capa de compost en la parte superior de las macetas es una gran manera de complementar las plantas con una mezcla de oligoelementos y altos niveles de magnesio. Si tus plantas sufren deficiencia de magnesio, una mezcla de humus de lombriz y compost irá a las mil maravillas para repararla.
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