Igual que en cualquier cultivo de agricultura intensiva, el uso de pesticidas es un cuestión ineludible en los cultivos de marihuana a gran escala. En este tipo de cultivos es crucial asegurarse de que el cultivo evoluciona adecuadamente ya que, en caso contrario, podría suponer un autentico desastre a nivel económico. Pero el uso masivo de pesticidas provoca un gran impacto a nivel ecológico. Entonces, ¿cuál es la solución?
Uso "responsable" de pesticidas en la agricultura intensiva.
Los pesticidas se utilizan de forma intensiva en la agricultura desde los años 1940-1950. Su uso es necesario para poder cubrir las necesidades de la población mundial y para garantizar la viabilidad económica de la actividad agrícola. He ahí la importancia del uso de productos fitosanitarios.
No obstante, en los últimos años, hemos sido conscientes de que el uso intensivo tiene un impacto ecológico nefasto sobre el planeta y sobre la salud pública. Se ha demostrado que la exposición prolongada a este tipo de productos fitosanitarios puede engendrar la aparición de enfermedades graves, como el cáncer, en las personas que están en contacto con ellos o que los usan con frecuencia.
Aunque hoy en día existen equipos de protección muy eficaces, solo reducen el problema en parte porque estos productos permanecen durante mucho tiempo en el medio ambiente. Y, por ello, estamos en contacto directo con estas moléculas químicas, a menudo nocivas para los humanos y para la mayoría de seres vivos.
No hay más que tocar cualquier planta que haya sido tratada con pesticidas, por poner un ejemplo. Y qué decir de la exposición de aquellos que viven en lugares cercanos a explotaciones agrícolas que sin darse cuenta están respirando residuos de pesticidas.
Pero no se puede culpar al agricultor que busca simplemente garantizar el buen desarrollo del cultivo y viabilizar su actividad. Por ello, a menudo, no existe otra alternativa al uso de este tipo de productos.
En los últimos años se habla de un nuevo tipo de agricultura denominada "agricultura sostenible". Se trata de un método de cultivo que fomenta el uso racional de los pesticidas, reduciendo la cantidad y utilizando lo justo y necesario en el momento preciso. Así se reducen de forma eficaz la cantidad de pesticidas y su impacto en el medio ambiente y en los seres vivos.
¿Cuál es la solución para el sector cannábico a nivel ecológico?
En los últimos años, la industria cannábica y el cultivo de marihuana se encuentran en pleno auge a nivel internacional. Esto implica que, poco a poco, se irán incrementando los cultivos de marihuana a gran escala. Por ello, para prevenir las consecuencias y los daños que se podrían derivar del uso masivo de pesticidas, es importante que la generaciones futuras tomen consciencia, cuanto antes, del alcance de este fenómeno.
Por ejemplo, para reducir la huella ecológica, una buena solución sería el uso de predadores biológicos y de métodos de cultivo orgánico. También sería una buena opción la agricultura biodinámica que se aplica desde hace unos años en los viñedos bordeleses para reducir la acumulación de pesticidas en el suelo.
La agricultura biodinámica no aboga por el monocultivo de forma repetitiva. Así se evita el empobrecimiento del suelo y se limita la acumulación de fertilizantes y de pesticidas. En la medida de lo posible, se trata de organizar una rotación de cultivos dejando descansar la tierra o diversificando los cultivos. Todo ello ayuda a reducir la acumulación en los suelos, el empobrecimiento acelerado de estos y la exposición de la población a moléculas tóxicas.
También habría que evitar el uso de herbicidas químicos. En su lugar, es preferible plantar variedades concretas que reducen la aparición de malas hierbas o que protegen los recursos presentes en el suelo (alfalfa, trébol, etc). El uso de dispositivos mecánicos también es aconsejable, pero, en algunos casos, no es factible debido a las características del terreno.
Es cierto que la aplicación de todo lo expuesto requiere más tiempo y más trabajo, pero de ello depende la protección del medio ambiente y de los recursos. Es la forma de poder garantizar la continuidad del potencial productivo. El beneficio es para todos y, además, conlleva la producción de deliciosas flores de marihuana de calidad bio con numerosas cualidades.
Todos los eslabones de la cadena se benefician; se reduce de forma eficaz la exposición del personal que trabaja en la explotación agrícola, y se ofrece un producto sano y de calidad al consumidor, pero también se respetan los recursos naturales de forma responsable y sostenible.
HSO Team
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