Técnicas de privación de luz en exterior: el secreto para aumentar tu producción anual de marihuana

La privación de luz es una técnica muy interesante para aquellos cannabicultores de exterior que buscan fórmulas con las que acelerar el proceso de floración. Este método aumenta el número de cosechas anuales y ayuda a mejorar los cultivos de marihuna que se realizan en zonas donde la humedad y el frío son las notas dominantes.

Esta técnica, también conocida en inglés como 'light dep', permite tener un control sobre el número de horas de luz que reciben las plantas en exterior. Dicho de otra forma, es como si tuviéramos un interruptor para encender y apagar la luz, y de esa forma engañarlas para que crezcan según nuestros intereses. Por ejemplo, si hacemos que las plantas crean encontrarse en un ciclo de luz menor, como en otoño, acelerarán el proceso de floración. La ventaja es que de esta forma podemos 'crear' dos otoños cada año.

Para que florezcan (también) en julio

Se estima que en Europa, la media de horas de luz que reciben los cultivos en septiembre es de 12,5 horas. Esta cantidad se reduce a entre 7 y 9 en los meses de invierno. Por ello, la mayor parte de las variedades de cannabis finalizan su proceso de floración en octubre o, como muy tarde, en los primeros días de noviembre. Esperar que toda la producción del año se dé en estas fechas es un riesgo que muchos prefieren no asumir, ya que la caída de las temperaturas y las lluvias típicas del otoño pueden hacer que el trabajo de todo un año se vaya al garete por culpa de enfermedades fúngicas.

Con el 'light dep' las inducimos a que florezcan una vez durante la primera mitad de verano, cuando el clima no ofrece demasiado peligro, y se minimiza el riesgo de moho y podredumbre; al mismo tiempo, se consigue una producción de mejor calidad. Esta primera cosecha no supondrá un problema para que en otoño las plantas vuelvan a florecer de forma natural.

Primero dentro, después fuera

El elemento fundamental para utilizar bien esta estrategia es algo muy sencillo: tapar las plantas para que no tengan contacto con la luz. Pero, a pesar de la sencillez aparente, hay que operar con seguridad y evitar errores.

A fin de obtener las dos cosechas que buscamos, debemos tener preparados dos grupos de plantas. El primero de ellos hemos de plantarlo en interior, con luces artificiales, y, cuando comience la primavera, sacarlo al exterior para forzarlo a florecer de forma inmediata mediante la técnica de la privación de luz. Para ello será necesario disponer de una carpa opaca o lona 'blackout' que nos permita controlar la cantidad de luz que reciben cada día.

En este momento, comenzaremos el mismo el proceso con el segundo grupo. Lo plantaremos 'indoor', con el fin de que esté preparado para salir al exterior cuando tengamos la primera cosecha. En este caso, como los días comenzarán a ser más cortos de forma natural, no será necesario aplicar ninguna reducción de luz de forma artificial.

Ganar horas de oscuridad por la noche o por la mañana

Como ya hemos dicho, lo más importante es asegurarnos de que las plantas reciben la cantidad de horas de luz adecuada. Lo primordial en este sentido es que con la carpa nos aseguremos de que la planta recibe menos de 12 horas de luz de forma continua y que, por la noche, disfrute de una oscuridad absoluta de, como mínimo, otras 12 horas. En cada una de estas fases, la planta debe estar íntegramente tapada o, por el contrario, totalmente descubierta. Una posibilidad más cómoda, si tienes plantas pequeñas, es moverlas de un espacio a otro, sin necesidad de contar con una de estas lonas. Eso sí, no puedes fallar en los traslados, pues las plantas se estresarán sin dar los resultados esperados.

Salvo en los dos equinoccios anuales, ningún día tiene el mismo número de horas de luz que de oscuridad. Por tanto, debemos elegir en qué momento queremos dar a nuestras plantas esas horas extra de oscuridad. Algunos prefieren hacerlo por la tarde; otros, en cambio, por la mañana. Todo depende de nuestros hábitos personales o de nuestros horarios y disponibilidad.

- Si preferimos hacerlo en las últimas horas del día, deberemos cubrir las plantas por la tarde, antes de que comience a anochecer. Es importante que en estos casos recuerdes descubrirla antes de irte a dormir, para que cuando salga el sol, la carpa no les impida disfrutar de estas primeras horas de luz. Con este método, nos aseguramos de que las plantas reciba un período completo de 12 horas de oscuridad, incluidas las horas de la noche. Por ejemplo, si sabemos que cada día amanece a las 6 de la mañana, tendremos que actuar a las 6 de la tarde. E ir adaptando nuestros tiempos a la reducción progresiva de horas de luminosidad natural. En el caso del verano, desde el 21 de junio hasta el 21 de septiembre, comienza una larga carrera en la que los días empiezan a acortarse, más o menos tiempo según en la latitud en la que te encuentres. Y a ese ritmo tendrás que sincronizar tu lona.

- Otros cannabicultores prefieren conseguir las horas extras de oscuridad por la mañana. En este caso tenemos dos opciones: cubrir con la lona o la carpa nuestras plantas durante toda la noche y el amanecer (aunque deberás ser especialmente cuidadoso con la ventilación, con el fin de evitar que se acumulen excesos de calor y de humedad que puedan provocar hongos) o, si somos madrugadores, levantarnos antes de que amanezca para cubrirla y evitar las primeras horas de sol. En cualquier caso, debemos calcular bien las horas, con el fin de mantener el equilibro de luz/oscuridad. Por ejemplo, si anochece a las 8 de la tarde, recuerda quitar la carpa 12 horas después, a las 8 de la mañana.

Algunos consejos extras

Si seguimos las pautas que hemos señalado, es muy probable que obtengamos los resultados esperados. No obstante, nunca está de más tener en cuenta algunos consejos extras:

- Aunque los mecanismos manuales están bien y siempre da una imagen de artesanía, automatizar algunos procesos mediante temporizadores y lonas de despliegue mecánico, sobre todo si plantas en un invernadero, ayudará a que todo sea más sencillo y, sobre todo, que evitemos errores que empeoren el resultado.

- En los primeros momentos, cuando queremos forzar la floración, lo más importante es garantizar las 12 horas de oscuridad absoluta e ininterrumpida cada día. En caso de dudas es mejor pasarse de horas de oscuridad que de luz. También, asegúrate de que alrededor no haya contaminación lumínica que pueda interferir en el proceso por la noche (farolas, semáforos, vecinos…).

- Debemos de atender muy bien a las condiciones climáticas del lugar en el que instalamos nuestro cultivo. Por ejemplo, si se encuentra en un lugar donde es habitual que sople el viento, mejor usar un invernadero. Y ojo: las cortinas o la lona deberán estar instaladas en el interior del habitáculo para así evitar que se muevan por culpa de las rachas de viento y la luz acabe por llegar a nuestras plantas cuando no debe.

- Y recuerda que comparado con las plantaciones de interior, la privación de luz en exterior tiene un impacto ambiental muchísimo más bajo y mantiene la gran ventaja del cultivo de exterior: las plantas se nutren con la luz de sol, que muchos consideran un toque extra de calidad. Además, debido a la reducción del crecimiento vegetativo, los cultivadores pueden sembrar sus cultivos más juntos, lo que maximiza el rendimiento por metro cuadrado.

La privación de luz es más fácil de lo que parece, solo necesita de un control meticuloso de los procesos. Cuando aquellos que cultivan en exterior estén esperando todavía que los cogollos de sus plantas maduren, el cultivo que hayamos sometido a este método estará ya cosechado y listo para ser degustado. Con nuestros consejos tendrás una producción abundante y deliciosa, más que la de otros años. ¡Disfrútala!