La psicosis es un trastorno que afecta a millones de personas en el mundo. Existen múltiples factores que promueven su aparición, y la marihuana ha sido señalada como una de las culpables. Sin embargo, existen estudios que demuestran que determinados compuestos de esta planta, como el CBD, ayudan a su prevención. En cambio, el THC, por sus efectos psicoactivos, sí puede tener una relación más estrecha. La mejor forma de prevenir es escuchar los datos aportados por la ciencia y actuar en consecuencia.
Uno de los debates más intensos sobre los efectos de la marihuana es el de su relación con diferentes formas de trastornos mentales. Entre ellos, la psicosis, sobre la que han proliferado en los últimos tiempos estudios que tratan de arrojar algo de luz sobre el tema.
Segun las investigaciones, la mayoría de las personas que consumen cannabis no tienen un riesgo de desarrollar trastornos psicóticos, pero existe una subpoblación de personas más vulnerables sobre las que es necesario poner el foco, pues tiene que existir algún tipo de vulnerabilidad genética o del neurodesarrollo para que se produzca dicho trastorno.
Con la información que tenemos actualmente no podemos predecir a quién la marihuana le va a generar un problema, con lo que todo el mundo está expuesto a un posible riesgo, que mucho tiene que ver con el tipo de cannabis que se consume y con la potencia o concentración de cannabinoides como el CBD o el THC.
La cara: el CBD
En el lado de la prevención se encuentra el cannabidiol. Un estudio sobre el efecto del CBD publicado en 'Jama Psychiatry' sugirió que una sola inyección de cannabidiol ayuda a reducir las anomalías de la función cerebral en pacientes con psicosis. Esta investigación fue financiada por el English Medical Research Council (MRC) con el objetivo de conocer en profundidad los efectos que el cannabidiol produce al aplicarse como tratamiento para diferentes enfermedades, en especial unos tipos de epilepsias raras que suelen ocurrir en niños.
La primera evidencia que se extrae de este estudio es que el CBD actúa en el cerebro para reducir los síntomas psicóticos. Esta conclusión puede resultar sorprendente para los más escépticos, ya que una de las mayores acusaciones que se hacen al cannabis es, precisamente, que potencia este tipo de efectos.
El trabajo está firmado por un equipo del King's College de Londres, donde en 2017 ya se demostró el potencial antipsicótico del extracto. Sin embargo, en aquel momento no se resolvió la forma como el CBD actuaba para ello.
Además, en relación con las personas que sufren psicosis, hay que recordar que actualmente los tratamientos prescritos se fundamentan en medicamentos descubiertos en la década de 1950. Esta circunstancia hace que, como señala Sagnik Bhattacharyya, del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia (IoPPN) del King's College de Londres, no sean tan efectivos para todas las personas como sería deseable. En cambio, los resultados de sus últimas investigaciones demuestran que nuevos fármacos basados en CBD actúan sobre el riesgo de sufrir brotes psicóticos de una forma muy diferente, y más eficaz, que los antipsicóticos tradicionales.
La investigación realizada por este equipo de científicos británicos se ha basado en ensayos con 33 jóvenes con síntomas de psicosis no diagnosticada. Les administraron una dosis única de cannabidiol a 16 pacientes, mientras que los otros 17 recibieron un placebo. Luego, todos los participantes fueron sometidos a imágenes de resonancia magnética mientras realizaban un ejercicio de memoria que involucraba el uso de 3 regiones del cerebro involucradas en trastornos psicóticos.
Como se esperaba, la actividad cerebral en sujetos con riesgo de psicosis fue anormal en comparación con la observada en sujetos sanos. Sin embargo, en los pacientes que tomaron CBD, las anomalías fueron menos graves que en el grupo placebo. Para los autores, esto indica que el cannabidiol puede ayudar a resetear la actividad cerebral a niveles normales. Según los estudiosos, el fenómeno observado se explicaría por los efectos terapéuticos del CDB en las 3 áreas del cerebro examinadas.
De acuerdo a algunas estimaciones, solo en Inglaterra cada año más de 15.000 personas tienen síntomas tempranos de psicosis. Aunque los trastornos pueden ser muy graves, observan los expertos, en este momento no hay tratamientos que ofrecer a los pacientes con alto riesgo psicótico. Los medicamentos disponibles, de hecho, están cargados con graves efectos secundarios.
Estos datos, asegura Bhattacharyya, hacen pensar que el CBD es un compuesto muy interesante, gracias a la seguridad que ofrece y a que no genera efectos secundarios importantes. Si las investigaciones siguen esta línea, el cannabidiol se impondrá como una herramienta fundamental para controlar esta enfermedad.
La cruz: el THC
Es innegable que el cannabis posee componentes de utilidad para frenar la aparición de casos de trastornos psicóticos, como es el CBD. Sin embargo, esto no debe llevar a la conclusión de que su consumo es siempre beneficioso. Al contrario, investigaciones anteriores en el King's College han sugerido que el tetrahidrocannabinol (THC) puede iniciar el desarrollo de la psicosis. La hipótesis es, por lo tanto, que el THC imita algunos efectos de la psicosis y que, por el contrario, el CDB tiene una acción neurológica y conductual opuesta.
El estudio más reciente, en el que han colaborado once institutos de investigación en otras tantas ciudades europeas bajo la dirección de Marta di Forti, también miembro del IoPPN, ha obtenido resultados en esta línea. Publicado en la revista The Lancet Psychiatry, este estudio refuerza esta asociación y señala que el consumo diario de cannabis, especialmente el de alta potencia, está estrechamente relacionado con el riesgo de desarrollar este tipo de trastornos.
Entre mayo de 2010 y abril de 2015, los investigadores encuestaron a 901 personas después de su primer ingreso debido a un ataque de psicosis, con edades de entre 18 y 64 años, y a 1237 personas que nunca habían consumido cannabis. Según los resultados obtenidos, los consumidores diarios de marihuana poseen un riesgo de psicosis hasta tres veces mayor que aquellos que no lo son. Este fenómeno es muy remarcable en aquellos casos en los que la marihuana contiene una proporción de THC por encima del 10 %. Por tanto, esto confirma que la relación entre cannabis y psicosis se encuentra en la acción del THC, pero no en la de otros compuestos, como el CBD.
Globalmente, los investigadores estiman que uno de cada cinco casos nuevos (20,4%) de brotes psicóticos puede estar relacionado con el consumo diario de cannabis y aproximadamente uno de cada diez (12,2%) con el consumo de variedades de alta potencia en THC. Estas conclusiones ponen sobre el papel algo que ya se sabía desde hace mucho tiempo y es que el cannabis es un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos psicóticos en sujetos que son vulnerables. Y, sobre todo, que depende de la dosis y de la potencia de la marihuana.
Para prevenir, mejor el CBD
Las conclusiones, desde un punto de vista de la prevención de los trastornos psicóticos, parecen lógicas. El CBD y el THC generan efectos diferentes en relación con esta patología. Mientras uno lo previene, el otro lo potencia. Es lo que llamamos el ying y el yang del cannabis: uno produce un efecto y el otro lo contrarresta. Por eso, si eres de los que quieren consumir cannabis pero a la vez evitar cualquier riesgo, por mínimo que sea, existen alternativas muy interesantes. Entre ellas, variedades más suaves con una baja proporción de THC o genéticas ricas en CDB. Sin duda, la oferta es amplia, pero la elección solo tuya.
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