El sector del cannabis está en auge. Los datos económicos apuntan a ello, en un contexto en el que se están produciendo cambios legislativos en muchos países que tienden hacia una mayor flexibilidad y tolerancia. Además, muchas voces reclaman que mantener esa línea es la mejor forma de luchar contra el narcotráfico y de garantizar que al mercado lleguen productos con una cierta calidad y con menos riesgos para la salud. También, de potenciar una nueva fuente de ingresos. Los expertos apuntan a que el mercado global de cannabis representa 7700 millones de dólares (6700 millones de euros) al año. Y se espera que esta cifra aumente hasta los 31.400 millones (27.550 millones de euros) en 2021, con una tasa de crecimiento del mercado de hasta el 60 % anual. En este panorama, algunos países representan un papel especial, gracias al potencial que poseen en este negocio.
Alemania
Según algunos analistas, las ventas de marihuana en el país teutón alcanzarán en 2022 la cifra de 1600 millones de dólares (1400 millones de euros). Esta cifra tan importante se basa en la existencia de un mercado que actualmente cuenta con más de 691.000 consumidores legales en el país, en una población de aproximadamente 82,67 millones.
En 2017, Alemania legalizó la marihuana medicinal, lo que debe interpretarse como una oportunidad de negocio muy interesante, pues el mercado potencial se vería incrementado notablemente. Un elemento muy peculiar del mercado alemán es que algo más de la mitad de las 20.000 farmacias que dispensan productos de base cannábica comercian con producto extranjero, mientras alrededor de 8000 lo hacen con producción nacional. Ante esta perspectiva, será interesante observar si finalmente se implanta el producto local o se mantiene la importación de fuera de sus fronteras.
Reino Unido
Las leyes sobre marihuana en Reino Unido han sido bastante estrictas. Pero sorprendió el pasado verano, cuando su Gobierno dio luz verde a la posibilidad de que los médicos pudieran recetar productos derivados del cannabis para uso terapéutico y medicinal, una medida que entró en vigor este mes de octubre. La medida puede beneficiar potencialmente a miles de pacientes y se adopta después de las desesperadas denuncias de padres de niños aquejados de severos ataques de epilepsia, a los que se había negado el acceso al aceite de cannabis, capaz de controlar los síntomas. Pero ya en 2016, la Agencia Regulatoria de Medicamentos (MHRA) había planteado la pertinencia de considerar medicamentos a aquellos productos que entre sus componentes contasen con CBD. Desde aquel momento, el consumo de productos que contenía esta sustancia se duplicó, pasando de 125.000 consumidores de 2016 a los más de 200.000 de 2017.
Suiza
Este pequeño país a los pies de los Alpes vive una situación peculiar, ya que es el único en Europa en el que se pueden adquirir cigarrillos de cannabis en un supermercado. Es el bautizado como "cannabis light", que debe contener altos porcentajes de CBD y menos del 1% de THC. El periódico Tages-Anzeiger afirmó que en 2017 eran 410 las empresas registradas en Suiza que fabricaban o comerciaban productos con cannabidiol (CBD). La característica de este compuesto es que, al contrario que el THC, no es psicotrópico, por lo que resulta más tolerable para las autoridades. El total combinado de sus ventas de CBD obtuvo aproximadamente 62 millones de dólares (54,35 millones de euros) en 2017.
Italia
El país transalpino optó por legalizar la marihuana para fines terapéuticos en 2013, con la limitación de que el producto no supere el 0,6 % en THC. No obstante, fuera del ámbito medicinal, la normativa es muy restrictiva con el cannabis. A pesar de ello, los analistas esperan que el boom del cannabis light, es decir, la venta de flores con bajo contenido de THC, puede generar un negocio de 40 millones de euros solo este año. EasyJoint es una de las empresas que participan en este negocio y asegura que cada 30 segundos reciben una petición de compra. Así, ha conseguido que se venda en más de 130 'grow shops'. Actualmente tiene una producción anual de unas 25 toneladas y maneja la cosecha de 600 hectáreas de campo. Además, en Italia existe una fuerte presión social para que la marihuana se legalice en el ámbito recreativo, lo que podría abrir la puerta a un público mucho más extenso.
Colombia
América Latina se ha convertido en un hervidero para los inversores y las empresas de cannabis. Países como Perú, Chile o Argentina han aprobado leyes de legalización de la marihuana medicinal. Pero sobre todo Colombia, que al mismo tiempo que celebraba el proceso de paz que acabó con 50 años de guerra, en 2016 se colocó a la cabeza en el reconocimiento de las libertades de sus conciudadanos legalizando poniendo en marcha el mercado de la marihuana medicinal. Producir un gramo de cannabis en Canadá cuesta 1,50 euros, pero en Colombia –con un clima tropical ideal- implica solo cinco céntimos de euro, por lo que al menos siete grandes compañías canadienses ya han invertido unos 100 millones de euros en subsidiarias colombianas, para garantizar una producción con la que abastecer al creciente mercado que trae consigo la legalización al norte del continente.
Jamaica
Si por algo se conoce Jamaica es por el cannabis y por Bob Marley. Ambos se han convertido en los símbolos oficiosos del país. En tiempos del cantante de 'reggae', Estados Unidos presionó de forma constante para evitar la legalización de la marihuana. Sin embargo, el cannabis jamaicano ya es mundialmente famoso por su autenticidad. Uno de los puntos fuertes de este es que puede crecer al aire libre, con un clima perfecto para producir cannabis cultivado al sol, que es el favorito para la mayoría de consumidores. Además de ello, también varias multinacionales canadienses del cannabis se han establecido en la isla. Una alianza que dotará de un mayor potencial a este sector en un país en el que la marihuana ha marcado toda una tradición desde hace mucho tiempo.
Israel
Israel es un país que se encuentra muy por delante de la mayoría en este ámbito. Fue aquí donde un equipo científico, dirigido por el doctor Raphael Mechoulam, consiguió aislar el THC. Su potencial es tan alto que incluso el mismísimo Donald Trump, su principal aliado, les solicitó que cesaran con la exportación de cannabis medicinal a su país. No obstante, algunas compañías siguen haciéndolo mediante Puerto Rico. Haber sido el primer país del mundo en permitir la marihuana medicinal ha hecho que compañías como Tikun Olam e instituciones médicas, de investigación y educativas se conviertan en puntales de la innovación. Esta ha sido la base para algunos de los avances en esta industria en crecimiento y para situarlo como país de referencia.
Canadá
Y terminamos, como no podía ser de otra forma, con Canadá, uno de los dos países (el otro es Uruguay), y el primero del G-20, que ha legalizado la marihuana recreativa y cuya normativa se refiere de forma explícita a las licencias de exportación de cannabis. Algunas de las principales empresas, como Tilray, participan con fuerza en el mercado internacional, exportando a más de diez países. Y otras como Aurora Cannabis, uno de los mayores productores canadienses de marihuana, se acaba de estrenar en la Bolsa de Nueva York, sumándose a otras empresas como Cronos Group y Canopy Growth que ya cotizan con éxito en el parqué estadounidense. La excelente posición de las empresas y la legislación sobre el cannabis en este país pueden hacer que Canadá se convierta, sin duda, en uno de los jugadores con mayor protagonismo en el mercado de la marihuana a nivel global.
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