Los nematodos son una suerte de lombrices parasitarias microscópicas que viven en muchos hábitats. La mayoría ataca las raíces y las partes subterráneas de las plantas, pero algunas pueden alimentarse de hojas y flores. Representan uno de los problemas de plagas más difíciles de identificar y controlar, ya que se estima que alrededor del 10 % de la producción mundial de cultivos se pierde por el daño causado por estos insectos. Pero también podemos utilizar los nematodos en nuestro propio beneficio. Te explicamos cómo.
A pesar de ser conocidos popularmente como lombrices intestinales o tenias, los nematodos realmente no están tan relacionados con los gusanos cómo podríamos pensar. En realidad son insectos multicelulares con cuerpos lisos y no segmentados; y se conocen vulgarmente como "gusanos redondos" debido a la forma de su cuerpo en un corte transversal.
De las 25.000 especies registradas, el 50 % actúan como parásitos en plantas, insectos u otros animales. Pueden presentar distintos tamaños, desde 0,2 milímetros hasta los 8 metros, como la Placentonema gigantissima, que vive en la placenta de las hembras de cachalote. Sin embargo, la mayoría suelen rondar los 2,5 milímetros, lo que los convierte en difíciles de detectar para el ojo humano.
Se alimentan de hongos, bacterias y otros organismos que se encuentren en el suelo. Y lo que es peor aún: de las células vegetales de las plantas. Y no importa dónde se alimenten, pues estos pequeños gusanos pueden dañar seriamente los cultivos con sus bocas puntiagudas al perforar las paredes celulares.
El daño real ocurre cuando un nematodo inyecta saliva en una célula desde su boca y luego succiona el contenido celular. La planta responde al parásito con hinchazón, crecimiento distorsionado y áreas muertas. Los nematodos también pueden transportar virus y enfermedades bacterianas que entran en las plantas desde las heridas de alimentación que producen.
Nematodos 'malos' en el cannabis
Existen varias especies de nematodos 'malos' que pueden atacar algunas partes de los vegetales, como los bulbos o los tallos. Pero los nematodos que más nos deben preocupar son los que atacan a las raíces de la marihuana. De las seis especies de nematodos que se sabe que infestan las plantas de cannabis, cinco atacan el sistema de raíces.
Si los nematodos se alimentan de las raíces, una planta puede verse amarillenta, marchita o atrofiada; y los cultivos infectados generalmente tendrán un rendimiento peor. La mayoría de los síntomas que aparecen son vagos y se parecen a los causados por otros factores, como virus o deficiencias nutricionales. Esto hace que muchos cultivadores piensen que su plantación tiene un problema de nutrientes o de hidratación, por lo que a diferencia de otras plagas, es más difícil de controlar.
Si sospechas que las lesiones son causadas por nematodos, levanta con cuidado una de las plantas infectadas y lava las raíces para una inspección más sencilla. Si los nematodos están causando daño, podrás ver pequeñas llagas o heridas, puntas de las raíces lesionadas, podredumbre de la raíz o ramificación excesiva.
Aunque son varias las clases de nematodos que atacan a las raíces, también hay una que ataca al tallo: la Ditylenchus dipsaci. Estos tallos, ramas y pecíolos (la parte de la hoja por la que esta se une al tallo) se hinchan y muestran signos de clorosis, una enfermedad que consiste en el amarillamiento de las partes verdes. Si no se trata de manera oportuna, los tallos se tuercen y se distorsionan acortándose los entrenudos, lo que se traduce en un retraso en el crecimiento y una reducción de los rendimientos.
Cómo actuar ante una plaga de nematodos
-Si hemos notado que nuestras raíces tienen ya una plaga de nematodos, no nos quedará otro remedio que cambiar el sustrato y empezar de cero con uno nuevo.
- Además, hay que tener en cuenta el agua del cultivo. Los nematodos suelen vivir en las finas películas de agua que se puedan encontrar en la tierra, así que habría que evitar cualquier tipo de agua estancada mediante un sustrato bien drenado. El agua es, además, el medio por el que se mueven más fácilmente.
- Igualmente, habrá que remover la tierra: se encuentran muy a gusto en texturas arenosas o muy porosas. Así que en exterior, es mejor seguir el consejo de los viejos agricultores y tirar de algo parecido al barbecho: en suelos donde los cultivos rotan o la tierra se renueva es más difícil que aparezcan nematodos.
- También se propagan por cualquier cosa que pueda transportar partículas de tierra infestada, incluidas herramientas, botas, animales y plantas afectadas.
- Si falla la prevención (sin duda el mejor consejo para evitarlos) existen fungicidas e insecticidas que nos pueden ayudar a combatirlos. En general, los productos con aceite de neem, mezclados con el sustrato, pueden ayudar a su erradicación.
- También se puede tirar de bacterias, como la Pasteuria penetrans, que impide su desarrollo. Las bacterias generan fermentos que destruyen los huevos o matan a las larvas en sus primeros estadios de vida. Incluso, nos podemos servir de hongos como los del género Verticillium, que también pueden destruir sus huevos o a las hembras.
¿Qué pasa con los nematodos 'buenos'?
Pero también existen nematodos beneficiosos que pueden servir para mejorar una plantación de marihuana. Comercialmente se presentan en productos que se rocían por la tierra y son extraordinariamente letales para muchas plagas de insectos que tienen etapas de vida larval o pupal en el suelo, como mosquitos, pulgones, trips... Aunque son mortales para las plagas, son completamente inofensivos para los humanos, mascotas, mariquitas y otros insectos beneficiosos.
Los tres tipos principales que se usan para combatir las plagas que habitan en la marihuana son Heterorhabditis bacteriophora, Steinernema feltiae y Steinernema carpocapsae. Cada una de estas especies ataca diferentes plagas. Por ejemplo, la Steinernema feltiae, en concreto, podemos usarla para combatir la mosca del sustrato, localizable en la base de las plantas y cerca de ambientes húmedos.
Cuando estas pequeñas criaturas se liberan en el suelo, tienen una estrategia de ataque cuando menos curiosa. Los nematodos juveniles se mueven siguiendo el calor y el CO2 que emiten las larvas y las pupas. Cuando encuentran un huésped, entran en la cavidad del cuerpo a través de diferentes aberturas (nariz, boca, ano), o directamente a través de la piel. Una vez dentro, liberan una bacteria simbiótica desde el intestino del nematodo, que se multiplica y causa la muerte del insecto dentro de las 24-48 horas siguientes. Los nematodos se alimentarán del huésped licuado y durante los próximos días, madurarán y se reproducirán dentro del huésped. El ciclo de vida se completa cuando miles de nuevos juveniles infecciosos salen del anfitrión en busca de nuevas víctimas.
En definitiva, los nematodos pueden ser muy peligrosos como plaga, pero existen determinadas clases que pueden ayudarte a mejorar tu plantación de marihuana. Conocerlos, tanto para lo bueno como para lo malo, te ayudará a obtener los mejores resultados.
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