La industria de la marihuana está ganando atractivo para los inversores, especialmente en países en los que la legislación avanza hacia la regularización de la producción y del consumo. Este es el caso de Estados Unidos, donde las diferentes administraciones parecen ir por este camino. Sin embargo, la legalización no significa la erradicación de todo el mercado negro e ilegal de marihuana, como demuestran algunos datos.
Los hechos demuestran que Estados Unidos ha iniciado un camino lento pero imparable hacia un alto grado de libertad en el uso del cannabis. Por una lado, ya son treinta y tres los estados que han aprobado el uso del cannabis con fines médicos y diez los que han regulado el consumo recreativo. Por otro lado, el país cuenta desde finales de 2018 con la nueva ley de mejora de la agricultura, aprobada por la administración Trump para potenciar, entre otros, los cultivos de cáñamo industrial, lo que supone un hito en el ordenamiento jurídico federal con respecto a la línea seguida desde mediados del siglo XX.
En ese contexto, el mercado del cannabis está viviendo una fuerte expansión. Las previsiones más optimistas señalan que en 2022 se habrá duplicado el gasto legal en marihuana en el país norteamericano, alcanzando la cifra de 23.400 millones de dólares (unos 20.740 millones de euros).
Sin embargo, el mercado negro sigue aportando cifras muy importantes, que demuestran que, a pesar de los cambios legislativos, este 'sector' se encuentra en buena forma. De hecho, se calcula que, de los 52.500 millones de dólares (alrededor de 46.550 millones de euros) que se movieron en el mercado de la marihuana en 2016, 46.400 millones de dólares (casi 41.140 millones de euros) procedían del cannabis ilegal.
Esto demuestra que, tanto si se legaliza como si no, es importante tomar medidas complementarias para acabar o reducir el impacto del mercado negro. Aquí os ofrecemos algunos datos interesantes sobre ello.
El mercado negro resiste (gracias a los impuestos)
Uno de los principales motivos de la solidez del mercado ilegal puede ser la carga fiscal que soporta el producto legal, que encarece el precio que debe pagar el consumidor. Los impuestos especiales a este producto oscilan entre el 37 % (Washington) y el 10,75 % (Massachusetts) y la mayoría de analistas coinciden en que son demasiado altos. Por ejemplo, la experiencia de Colorado con una tasa impositiva del 30 % no redujo suficientemente el mercado negro. La mayoría de los estados apuntan ahora a una tasa que se mueva entre el 10 y el 25 %.
Más trabas burocráticas, más mercado negro
Otro motivo que lleva a que el mercado negro siga fuerte es el de los problemas relacionados con la obtención de licencias y otras trabas burocráticas. Dos ejemplos de ello los encontramos en el estado de Nevada y en la ciudad de Denver (Colorado). Aquí está permitido fumar marihuana, pero solo en espacios privados. Con esta condición no existe un incentivo a adquirir cannabis legalmente, ya que ello no significa ninguna ventaja a la hora de consumirlo.
La legalización avanza, pero también los arrestos
Un dato curioso, que en principio parece ir contra la realidad, es que en 2016 y 2017 aumentaron los arrestos relacionados con la marihuana. Lo paradójico es que ese incremento ha sucedido en una etapa en la que han aumentado los estados en los que el consumo medicinal y recreativo es legal. Este incremento de arrestos se relaciona con la posesión, que suponen la causa en el 91 % de los casos, mientras que los relacionados con el cultivo y consumo se han reducido.
Más arrestos, pero menores incautaciones
Continuando con las paradojas, hay que señalar que el valor total de las incautaciones realizadas por la DEA disminuyó. Entre 2016 y 2017 esta cifra pasó de 12,8 millones de dólares (unos 11,25 millones de euros) a 8,3 millones de dólares (aproximadamente 7,35 millones de euros). Y es que los investigadores de la DEA se centran en las redes de narcotráfico más grandes, dedicando aproximadamente el 15 % de sus recursos a casos de tráfico de marihuana. Así las organizaciones de narcotraficantes se mudan e instalan a estados donde es legal su producción y envían el cannabis a los estados donde no lo es, logrando ganancias increíbles.
El mercado negro transfronterizo se reduce
Las cifras apuntan a una caída del contrabando de marihuana desde México a Estados Unidos. Ello es lo que se desprende de los datos relativos a las incautaciones en zonas fronterizas, que desde 2015 se han reducido en un 44 %. Sin embargo, la duda es si esta reducción se debe a que hay menos contrabando o si las autoridades han comenzado a hacer la vista gorda. Lo que está claro es que los cultivadores ilegales de marihuana de Colorado o California, por ejemplo, no tienen que asumir los costes de transportar la mercancía a través de una frontera. Esto significa que pueden cobrar menos por la venta de su producto que los cárteles mexicanos, que se han reciclado hacía la producción de amapola, debido al incremento en el consumo de heroína y de opiáceos en los Estados Unidos.
Limitar el cultivo en casa reduce la oferta en el mercado negro
Algunos datos procedentes de Colorado permiten pensar que las limitaciones para el cultivo en casa reducen la oferta en el mercado negro. Actualmente, en este estado solo se permite cultivar hasta un máximo de dieciséis plantas en casa para consumo propio, una cifra muy por debajo de las noventa y nueve que se permitía antes, con lo que se generaba un excedente que se desviaba al mercado ilegal. Sea casualidad o no, la nueva limitación ha coincidido con una reducción de la oferta ilegal.
No todos los estados siguen la misma tendencia
Aunque pueden encontrarse elementos comunes, no siempre es así. Y así parece demostrarlo la evolución de los precios del cannabis en el mercado ilegal en estados donde está regulado. Por ejemplo, el enfoque adoptado por California llevó a un aumento del precio del cannabis legal, lo que abrió un espacio para el mercado ilegal. En cambio, los productores legales de Oregón pueden mantener unos precios bajos, gracias a que desde la administración se han facilitado los trámites y se han rebajado las tasas administrativas; esto generó un incremento de la oferta y redujo el precio del cannabis legal en casi un 50 %.
La marihuana ilegal permite más margen de beneficios
Los márgenes de beneficio económico en el mercado negro suelen ser mayores que en el legal. Y ahí es donde se encuentra una de las causas por las que es tan difícil de erradicar. No tener que realizar inspecciones, utilizar determinados productos o, incluso, no preocuparse por medidas de sanidad y seguridad permite que productores y distribuidores ahorren costes y aumente el margen de beneficios.
Photo Credit: Vapor Vanity
No siempre ha sido ilegal
Aunque en las últimas décadas la legislación ha sido muy restrictiva en Estados Unidos, la realidad es que no siempre ha sido así. De hecho, la industria del cáñamo gozó de buena salud durante la primera mitad del siglo XX. Tras diversas intervenciones públicas, esta pujante industria fue condenada a muerte por la aprobación de la Ley de Sustancias Controladas, de 1970, que produjo un endurecimiento en el trato del cannabis y prohibió de forma taxativa tanto la marihuana como el cáñamo.
Cambio de postura del FDA
Con la aprobación de la ley de mejora de la agricultura, la FDA (la Administración de Alimentos y Medicamentos) estudia una regulación más permisiva con la producción y el comercio de los productos derivados del cannabis. Por tanto, se prevé que a medio plazo exista un mercado legal cada vez más amplio. Si se toman las decisiones correctas será posible erradicar, o al menos reducir, el mercado ilegal. Una serie de malas decisiones, en cambio, afectaría a la legalización de este sector. Es por eso por lo que este organismo quiere contar con la opinión de todas las partes interesadas.
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