¿El público en general prefiere consumir cannabis legal antes que alcohol? Un estudio realizado en USA afirma que así es. Ante la ola regularizadora a la que muchos Estados del país se han ido sumando, solo cabe esperar y observar cuáles son las consecuencias a nivel social de este nuevo escenario. Un panorama inexplorado hasta la fecha que ya está comportando algunos cambios. Uno de ellos, según este estudio, el aparente descenso del consumo de alcohol.
El estudio, realizado en la Universidad de Connecticut, analizó el volumen de compra de bebidas alcohólicas en aquellos Estados que legalizaron el cannabis medicinal entre el 2015 y el 2016, evidenciando un descenso de un 13%. Dicho estudio, concluye que la progresiva legalización del cannabis medicinal en 29 Estados ha comportado un notable descenso del consumo de alcohol. Un análisis que se llevó a cabo haciendo una comparativa sobre el antes y el después con los datos de venta de cerveza y vino en aquellos Estados que habían legalizado recientemente el cannabis medicinal. Cabe destacar, que los investigadores no analizaron los datos de venta de licores, ya que por lo visto no pudieron obtener cifras ni exactas ni fiables. Mientras otros estudios han intentado investigar esta interesante relación entre la marihuana y el alcohol basándose en encuestas realizadas al usuario sobre su consumo, este estudio resultaría más fiable porque se basa en los datos objetivos de las ventas. Al menos así lo ha afirmado uno de los investigadores que ha dirigido el proyecto, Alberto Ching, profesor en economía de la Universidad de Georgia. El estudio revela que para alcanzar el 13% de disminución en las ventas de alcohol en algunos Estados ha sido necesario que pasaran dos años desde el inicio de la regularización del cannabis, sin embargo, sí que hubo una bajada inicial notable aunque no tan exagerada. ¿Puede el cannabis convertirse en una alternativa al consumo de alcohol? Seguramente, tal y como este estudio demuestra, el cannabis legal trae consigo una serie de cambios. Pero el descenso del consumo de alcohol no es la única consecuencia de la legalización del cannabis, otros estudios también sugieren que se ha producido una disminución de la actividad delictiva. El cannabis no es una sustancia inocua, por tanto, intentemos construir un marco en el que prime la salud pública y no los intereses económicos tal como ha sucedido en otras industrias.
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