En este post vamos a tratar una cuestión que resulta un verdadero enigma para muchos cannabicultores: ¿Por qué a veces las plantas de marihuana no florecen o incluso su desarrollo se ve interrumpido en plena floración? Para muchos cultivadores se trata de un suceso inexplicable. Las plantas se quedan paralizadas, y ante este tipo de situación los cultivadores inexpertos se quedan atónitos y no encuentran una explicación lógica. Pero no se trata de ningún misterio sino de un problema técnico producido por la contaminación lumínica. A continuación expondremos sus consecuencias y cómo evitar que nuestros cultivos, tanto de interior como de exterior, puedan verse afectados.
Qué es la contaminación lumínica
La contaminación lumínica es un fenómeno que interfiere en el desarrollo de las plantas de marihuana durante las fases de crecimiento y de floración. Para culminar con éxito el proceso de cultivo y obtener una buena cosecha, las plantas necesitan un fotoperiodo de 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad total en la fase de floración, y de 18 horas de luz y 6 horas de oscuridad total en la fase de crecimiento. Si estos ciclos se ven alterados, sobre todo en la fase de floración, el desarrollo del cultivo no podrá continuar de forma adecuada. Lo que sucede con la contaminación lumínica es que una fuente de luz externa al cultivo tiene la suficiente intensidad como para interrumpir o alterar los ciclos de luz. Las plantas son seres vivos y la intensidad lumínica residual puede provocar que no se encuentren en las condiciones de descanso correctas e interpreten que están en modo diurno. Esta circunstancia les genera un estrés adicional y su desarrollo queda interrumpido repentinamente.
Si en la fase de floración no se observa ningún avance durante los 10-15 días siguientes al cambio de fotoperiodo a 12/12 horas, momento en el cual los primeros pistilos deberían aparecer, es muy probable que exista un problema relacionado con la contaminación lumínica. El problema también se puede presentar en una fase más avanzada de la floración. En ese caso la planta recibe la señal de retomar el ciclo de crecimiento y lo que sucede es que el desarrollo de la planta se detiene temporalmente, durante unos 5 o 10 días, para posteriormente continuar con normalidad con la fase de floración. La consecuencia directa es que la fase de floración se alarga. Si sucede lo mismo en la fase de crecimiento, el estrés es menor porque las plantas están habituadas a recibir bastantes horas de luz. Entonces las consecuencias no son tan graves y el crecimiento se reanuda en poco tiempo con normalidad.
La contaminación lumínica en interior
La contaminación lumínica en interior se puede deber a filtraciones de luz o a una fuente luminosa con la suficiente intensidad como para perturbar el ciclo de floración de las plantas. Lo que puede ocurrir, de forma accidental, es que un dispositivo eléctrico (por ejemplo un programador para el equipo de iluminación) no funcione correctamente y no se conecten o desconecten los equipos en el momento necesario.
La contaminación lumínica en interior puede tener orígenes diversos:
- Una fuente de luz procedente de un aparato eléctrico presente en el espacio de cultivo (un piloto luminoso puede ser suficiente…).
- Un armario de cultivo con una mala hermeticidad que permita el paso de la luz. A menudo se trata de un descuido del cannabicultor que ha podido olvidar el cierre de alguna cremallera. Para evitarlo lo mejor es hacer las comprobaciones necesarias al dar por terminados los trabajos en el espacio de cultivo. Otra posibilidad es que las fundas de las entradas, situadas en la parte inferior y superior del armario, no estén bien ajustadas a los conductos de intracción y de extracción. Para asegurar su hermeticidad se pueden sellar con cinta adhesiva.
- Si se trata de un cuarto de cultivo, la contaminación lumínica puede provenir de la ventana o de la puerta de acceso, o también de un elemento luminoso presente en el espacio de cultivo.
- A la hora de elegir los programadores es mejor que sean digitales ya que los mecánicos tienden a averiarse con rapidez.
- Si necesitas entrar en el espacio de cultivo durante el ciclo nocturno, hazlo con una bombilla verde, existen diferentes modelos en el mercado diseñados para este fin que te permiten trabajar libremente en el espacio de cultivo sin interferir en el ciclo de las plantas. Simple y eficaz.
Un método muy sencillo para comprobar si existe contaminación lumínica es situarse en el espacio de cultivo durante el ciclo nocturno, cuando sea de día en el exterior, con todos los aparatos eléctricos conectados. De esta forma se podrá detectar claramente la presencia de posibles filtraciones de luz. Esta prueba debe realizarse una vez se haya completado la instalación del espacio de cultivo. De esta forma se podrá solventar cualquier incidencia antes de iniciar el cultivo. Más vale prevenir que lamentar, y anticiparse siempre supone un ahorro de tiempo. Este método es también una buena solución para realizar las comprobaciones en los armarios.
La contaminación lumínica en exterior
La contaminación lumínica en exterior proviene de fuentes que emiten luz y que son ajenas a nuestro cultivo. Suelen ser fuentes luminosas, con orígenes muy diversos, cuya intensidad es suficiente para alterar cualquiera de las fases de cultivo de las plantas. Se han dado casos de cultivadores que se han puesto en contacto con nosotros para contarnos que no se explicaban cómo era posible que sus plantas no hubiesen florecido un 10 de octubre (en Europa). Pero los cannabicultores con cierta experiencia, conocen la respuesta…
La contaminación lumínica en exterior puede provenir de
diferentes fuentes:
- De una farola de la calle, aunque se encuentre a una distancia considerable, si su intensidad lumínica es capaz de llegar hasta el cultivo. Incluso un punto luminoso situado a 300 metros de distancia puede llegar a alterar el ciclo de las plantas.
- De un rótulo luminoso de un comercio cercano a la terraza, el balcón o el jardín.
- De lámparas solares de jardín que, a pesar de su baja intensidad, pueden perturbar el ciclo de las plantas si su presencia es elevada.
- De dispositivos luminosos de seguridad, situados justo delante de una casa particular, que se encienden automáticamente ante el paso de un gato, de un perro o de ti mismo, lo que significa que se activan de forma imprevista y con una frecuencia que no se puede determinar ni controlar.
En este caso, la forma más efectiva de prevenir la contaminación lumínica es observar por la noche el lugar de cultivo y analizar in situ la presencia de elementos luminosos en los alrededores. Hay que estar atento y abrir bien los ojos para detectar focos de luz y evitar así el caos en el cultivo.
Para prevenir este tipo de problemas, algunos cultivadores cubren las plantas con un revestimiento de plástico negro. Desde nuestro punto de vista no es la mejor solución, podría ser apropiada para pequeñas plantas pero nunca para plantas grandes. Incluso en una planta pequeña, en una fase de floración avanzada, el revestimiento de plástico se pega a la resina de las flores. Al poner y quitar el plástico en múltiples ocasiones, las plantas sufren y se degradan. Lo mejor es elegir un emplazamiento en el que no existan elementos externos al cultivo que puedan suponer un problema. Ahora que ya conoces las posibles fuentes de la contaminación lumínica, esperamos que nuestros consejos te puedan ayudar y que puedas obtener unas excelentes cosechas.
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