La industria de la marihuana está viviendo su época dorada, con más y más compañías en el horizonte deseosas de subirse a esta imparable ola verde. Ante una variedad tan amplia resulta difícil saber con seguridad qué producto es mejor y por qué, especialmente en lo que respecta a la iluminación de horticultura. Para poder dar respuesta a todas las preguntas que se nos plantean, Humboldt ha querido sentarse junto a Martin Anker, cofundador de SANlight LED, quien nos ha ayudado a entender mejor el cultivo indoor y las necesidades lumínicas de nuestras plantas.
By Stoney Tark
Hola, Martin. ¿Cómo te iniciaste en el mundo del cultivo de la marihuana?
¡Buenas, Humboldt! Pues fue hace 20 años, cuando inicié mi primer cultivo indoor experimental. Un hobby que no tardó en convertirse en mi gran pasión, la misma pasión que aún hoy en día me empuja a crear luces LED de primera calidad.
¿Cómo es eso de que la luz visible por el ojo humano no es la misma que ven las plantas?
Las plantas utilizan las mismas longitudes de onda de luz que los humanos. La gran diferencia es la sensibilidad con la que cada una de ellas percibe al rango espectral de dichas frecuencias (colores). Mientras que los humanos reaccionan al color verde con facilidad, las plantas permanecen casi impasibles. Estas, por el contrario, absorben la luz roja y azul de manera más eficiente. Esto no significa que la luz verde no pueda contribuir a la fotosíntesis de las plantas, sino que no es tan efectiva como la luz roja o azul.
¿Qué debería tener en cuenta un cultivador inexperto a la hora de evaluar la utilidad de una fuente de luz para el cultivo?
Los conceptos más importantes son el PPF y la PPFD. El PPF mide la cantidad de luz que proviene de una fuente luminosa, mientras que la PPFD (Photon Flux Density), o densidad de flujo de fotones fotosintéticos, mide la cantidad de fotones que llegan a la planta. A más fotones, mejor rendimiento. Para el cultivo indoor, es recomendable buscar valores de PPFD superiores a 500μmol/(m2s).
¿Cómo se miden el PPF y la PPFD?
El PPF (flujo de fotones fotosintéticos) puede ser medido empleando una esfera de integración o un goniómetro. El resultado corresponde al número de fotones dentro del rango del luz entre 400 (azul) a 700 (rojo) nanómetros emitido por una lámpara. El PPF no puede medirse en base a una curva de sensibilidad. Los lúmenes, sin embargo, sí que utilizan la curva de sensibilidad del ojo humano para establecer el flujo luminoso. En otras palabras, el PPF y la PPFD miden exactamente de la misma manera el fotón rojo y, también, el verde. El valor PPF puede diferenciar las diferentes fuentes lumínicas con facilidad pero no llega a medir el rendimiento total de las mismas. Para ello, es necesario tener en cuenta el valor de PPFD (densidad de flujo de fotones fotosintéticos) de todo el espacio de cultivo. En teoría, el valor de PPFD puede calcularse dividiendo el PPF por el área en metros cuadrados. El rendimiento de las lámparas que componen el sistema de iluminación (elementos ópticos, reflectores…) tiene un impacto directo sobre la PPFD, especialmente en espacios de cultivo de tamaño reducido como los armarios. SANlight utiliza elementos ópticos secundarios realmente sofisticados que permiten una distribución homogénea de la luz con pérdidas mínimas.
¿Existe algún ancho de banda del espectro que las plantas no utilicen?
No. Las plantas utilizan prácticamente todo el rango comprendido entre los 280nm y 750nm. La gran diferencia es que para la fotosíntesis solo usan longitudes de onda de luz dentro del rango visible de 400 a 700nm. La frecuencia restante se usa principalmente para detectar el entorno de la planta. Además, puede llegar a influir tanto en la morfogénesis como en su contenido de agentes activos.
¿En qué se diferencia la luz blanca de las lámparas COB de la luz roja, verde y azul de las LED?
Las lámparas COB son básicamente varios chips LED de color azul adheridos a un sustrato plateado cubierto por una capa de silicona. El fósforo que se encuentra mezclado con la silicona trasforma los fotones azules en luz blanca. Sin embargo, como las luces LED de color azul presentan una caída de tensión mayor con pérdidas más notables durante la conversión, podríamos concluir que las lámparas COB no resultan tan eficientes en términos de PPF como, por ejemplo, las luces LED rojas. Las LEDs rojas, azules y verdes son el resultado de una conversión directa de LEDs. Esto quiere decir que es la combinación de los LED de chip lo que define la frecuencia (color). Cabe destacar que las luces LED rojas de 660nm son de lejos las más eficientes.
¿Crees que las lámparas UV llegarán a ser tan populares entre los cultivadores?
Diferentes estudios han demostrado que la luz ultravioleta puede influir muy positivamente en el contenido de THC. El problema es que la tecnología LED necesaria para generar los rayos UV todavía no es muy eficiente. La mayoría de lámparas UV LED son muy caras y poco duraderas. Se ha comprobado que el espectro de luz de nuestros productos es capaz de incrementar los niveles de THC en un 25% al ser usados como complemento de un sistema de iluminación HPS. Sin usar lámparas UV LED. Cuando la tecnología esté lista, tal vez comencemos a utilizar lámparas UV LED. Pero aún no ha llegado ese momento.
¿Por qué es la luz roja tan importante para las plantas? ¿Cómo hacen uso de ella?
La energía fotónica del fotón rojo se adapta perfectamente al proceso de fotosíntesis, lo que nos hace pensar que la luz roja es la más adecuada para dicho proceso. El resto de los fotones tienen una energía fotónica mucho más elevada lo que obliga a la planta a ajustar la energía a un nivel más bajo; proceso que también conlleva una pérdida. El mayor problema es que las plantas no pueden hacer un uso infinito de fotones rojos ya que la saturación luminosa podría tener efectos negativos. Las plantas de interior se encuentran expuestas a altas intensidades lumínicas, por lo que el uso de un espectro de luz amplio evitará problemas como la saturación o la decoloración.
¿Son las luces LED superiores a las de descarga de alta intensidad (HID)? ¿En qué sentido?
Sin duda alguna. Hoy en día, la tecnología LED está muy por delante de la tecnología HPS. Las lámparas de sodio a alta presión generan aprox. 1,3μmol/J, mientras que una luz LED de calidad puede llegar a producir 2,7μmol/J con un espectro mucho más amplio. Las lámparas HPS de doble casquillo, por su parte, generan una eficacia de hasta 1,8μmol/J. Esto supone un ahorro de entre un 33% y un 50%.
Cualquier accesorio LED adicional mejoraría el espectro de luz, lo que beneficiaría a la calidad del cultivo. En resumen, un cultivador puede obtener cosechas igualmente abundantes pero de mejor calidad con un ahorro del 50%. Además, el escaso calor emitido por las lámparas LED hace que el ahorro en aire acondicionado sea también más que notable.
¿Qué aconsejarías a alguien que esté pensando en invertir en LEDs?
No compres luces LED baratas. La mayor parte de luces baratas tiene un rendimiento muy escaso y no duran nada. Estudia bien los datos técnicos y las gráficas que analizan la PPFD. No olvides tampoco que el ángulo de apertura de tu luz LED debe ser amplio. Si no, asegúrate de usar múltiples fuentes de luz. Muchos de los sistemas de iluminación LED del mercado tienen un rango de radiación muy limitado que los hace inservibles para una estancia de tamaño superior a 3 m.
Y para acabar... ¿Dónde pueden nuestros lectores obtener más información sobre SANlight?
Podéis encontrarnos en Instagram o en Facebook bajo el nombre 'SANlight LED grow lights', o visitar nuestra página web www.sanlight.com. ¡Muchas gracias por vuestro tiempo, Humbolt!
Exelente blog amigos
Hola, muchas gracias por tu apoyo. Un cordial saludo