Los hongos Trichoderma habitan el sustrato de los cultivos y crean relaciones simbióticas con las raíces que son altamente beneficiosas para las plantas. En este artículo te contamos todo lo que hay que saber sobre estos hongos que ayudan a mejorar el rendimiento del jardín.
Indice
Por Stoney Tark
¿Qué son los hongos Trichoderma?
Los hongos Trichoderma son un género de hongos que se divide en más de 90 especies. Se encuentran en la tierra y en otro tipo de hábitats, y ofrecen innumerables beneficios para el cultivo biológico, pues crean relaciones simbióticas con las raíces que potencian la absorción de los nutrientes presentes en el suelo.
Pueden comprarse en forma de líquido o polvo para añadir a las raíces y presentan una gran resistencia a los pesticidas químicos, aunque esta puede variar en función del tipo de hongo.
Cuanto más se desarrolla el sistema radicular de las plantas, mayor tamaño y vigor alcanzan, y dado que los hongos Trichoderma favorecen el desarrollo de las raíces y aumentan el metabolismo de las plantas, utilizarlos desde las primeras fases del ciclo de cultivo es una óptima forma de favorecer la obtención de plantas grandes y saludables.
¿De qué se alimentan los hongos Trichoderma?
Al igual que las bacterias beneficiosas, los hongos Trichoderma proliferan en los suelos ricos en carbono y nitrógeno. A medida que crecen y descomponen la materia orgánica que encuentran a su paso, estos hongos liberan carbono al suelo manteniendo la cadena alimentaria en equilibrio.
Así pues, añadir al sustrato materia orgánica rica en carbono, como por ejemplo, biochar o compost, es una buena forma de garantizar que la relación simbiótica entre los pelillos de las raíces y los hongos funcione de forma óptima.
Diferencias entre hongos y bacterias beneficiosas
Además de las relaciones simbióticas que forman con las plantas, los hongos y las bacterias beneficiosas comparten el hecho de ser organismos aeróbicos; es decir, que utilizan oxígeno para producir energía mediante la respiración celular. Las bacterias contribuyen a la absorción y distribución de los nutrientes y ayudan a repeler los patógenos. De forma similar, los Trichoderma y otros hongos beneficiosos fortalecen el sistema inmune de las plantas y el suelo.
Si se utilizan de manera simultánea, los grupos bacterianos y fúngicos tienden a competir entre sí. Así pues, en el cannabis y en general en las plantas con ciclos vitales de hasta 8 meses, predominan las bacterias, mientras que a partir de los 9 meses predominan los hongos.
Control de patógenos
Los hongos Trichoderma tienen la capacidad de combatir los hongos patógenos que colonizan los jardines y dañan el suelo y las plantas. Según diferentes estudios, utilizar hongos Trichoderma es una de los mejores métodos biológicos para controlar la amenaza de los hongos patógenos, pues su capacidad de crecimiento es mayor. Además, son resistentes a los pesticidas químicos, lo que supone una gran ventaja cuando se utilizan en combinación con este tipo de productos.
Los hongos Trichoderma se pueden añadir directamente sobre el sustrato, y también pueden pulverizarse sobre las hojas en forma de solución. Hay además cultivadores que los introducen en el té de compost, donde los multiplican exponencialmente con la ayuda de oxígeno.
Los hongos Trichoderma son altamente versátiles y siempre es buena idea utilizarlos desde las fases iniciales del cultivo hasta la cosecha. El sistema inmune de las plantas se verá reforzado y aumentará su capacidad de mantener a raya los patógenos, lo que a su vez se traducirá en un crecimiento más vigoroso.
Mejor gestión del estrés
Se ha demostrado que las plantas de marihuana toleran mejor el estrés medioambiental, como por ejemplo el causado por la sequía, cuando el sustrato contiene hongos Trichoderma. Esto se debe a que su presencia activa una red que mejora la retención hídrica de las raíces y reduce la transpiración, generando reservas a las que recurrir en caso de necesidad.
5 beneficios de los hongos Trichoderma
- Favorecen el desarrollo del sistema radicular, que crece más en profundidad en busca de burbujas de aire llegando a zonas más ricas en nutrientes.
- Aumentan la capacidad de retención hídrica de las raíces, lo que a la larga hace que las plantas resistan mejor a los periodos de sequía.
- Mejoran la capacidad de absorción de los nutrientes, así como su biodisponibilidad y metabolismo, lo que se traduce en frutos más grandes y cosechas más abundantes.
- Favorecen la fotosíntesis, proceso durante el cual la planta produce hormonas de crecimiento.
- Permiten reducir el aporte de fertilizantes, pues gracias a la relación simbiótica que establecen con los pelillos de las raíces, si el suelo cuenta con cantidades suficientes de carbono, las plantas tienen a su disposición una cadena alimenticia que las mantiene nutridas en todo momento.v
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