Los neoyorquinos han escuchado esto antes. El gobernador Andrew Cuomo anunció que la legalización de la marihuana se incluirá en la propuesta de presupuestos de 2020 de su administración. La medida señala otro ardiente esfuerzo del gobernador para impulsar el tema en esta legislatura. ¿Conseguirá este año finalmente el cannabis recreativo su luz verde en Nueva York?
Durante su discurso anual presupuestario de enero de 2020, el gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, enfatizó la necesidad de legalizar el cannabis recreativo este año. Es algo que ya suena familiar a los ciudadanos de este estado, pues la legalización de la marihuana parecía que se convertiría en realidad el año pasado, al contar con el apoyo de los legisladores y prácticamente todos los demócratas, quienes consideraron que era un asunto de justicia social para las personas de color que se habían visto desproporcionadamente afectadas por la guerra contra las drogas. Para muchos, esto fue visto como una forma de enmendar y resarcir económicamente a estas comunidades.
De hecho, el año pasado, Nueva York despenalizó la marihuana al suavizar las sanciones por posesión y permitir que los arrestos previos por pequeñas cantidades de hierba fueran eliminados de los registros penales. Pero luego, lentamente, la legalización comenzó a retrasarse. Algunos culparon al gobernador por no respaldar la idea con suficiente fuerza.
Ahora, en el segundo año de abogar por el cannabis para adultos y la reforma de la justicia penal, Andrew Cuomo y su presupuesto presentado para 2020 presionan para obtener una legislación favorable como otros estados en el Medio Oeste (o como en Nueva Jersey en 2019), además de presentar la marihuana como una posible inyección financiera para un estado que se enfrenta a una brecha presupuestaria de 6.000 millones de dólares.
Comparando 2019 y 2020
En 2019 varios problemas hundieron la apuesta de Nueva York para aprobar esta legislación sobre la marihuana recreativa, que iban desde preocupaciones sobre los parámetros de igualdad social hasta conflictos morales sobre la planta o, incluso, las edades legales a las que se podría adquirir la hierba. Aunque, sobre todo, la culpa parecía centrarse en la asignación de los 300 millones de dólares previstos generados en ingresos fiscales.
Al final, no se pudo aprobar la ley al terminar el año legislativo. A comienzos de 2020, el gobernador y su administración revisaron el proyecto de ley propuesto para abordar sus puntos conflictivos, como los impuestos o la seguridad vial. Los detalles establecidos por la administración Cuomo incluyen la creación de la Oficina de Control del Cannabis, que supervisaría todos los programas recreativos, medicinales y de cáñamo en Nueva York.
Los puntos clave de esta nueva propuesta son:
- Acceso para mayores de 21 años.
- Reducción del impacto de la criminalización hacia las comunidades de color.
- Creación de registros automáticos específicos relacionados con el cannabis.
- Control de calidad y protección al consumidor en cuestión de salud pública.
- Planes de exclusión para condados y grandes ciudades.
- Generación aproximadamente de 300 millones de dólares en ingresos fiscales.
- Creación de puestos de trabajo.
Algunos expertos han expresado su preocupación porque la legislación no establezca con precisión hacia dónde se destinarán los fondos generados por esta nueva fuente de ingresos. Si bien Andrew Cuomo presentó detalles específicos, como gravar los cultivos y las ventas minoristas, la forma en que ese dinero llegará a las comunidades sigue siendo incierta.
De hecho, el gobernador Cuomo ha propuesto colocar el dinero en un fondo estatal de cannabis que se pueda utilizar para todo, desde para hacer frente a los costes administrativos hasta para nuevas investigaciones y esfuerzos educativos, dejando flexibilidad para adaptarse a medida que la industria madura, algo que no llega lo suficientemente lejos para algunos.
Próximos pasos
A pesar de estas preocupaciones, son muchos los que creen que la ley se firmará este año. Pero si bien la legalización puede llegar a Nueva York, tampoco se garantiza que este plan sea la medida elegida.
En diciembre de 2019, la senadora estatal Liz Krueger de Manhattan presentó su propia legislación, la Ley de Regulación y Fiscalidad de la Marihuana. El plan Krueger requeriría una edad mínima legal de 18 años, mientras que en el de Andrew Cuomo se debe tener 21 años. También se aplicaría bajo esta medida un impuesto especial de 50 dólares por onza; y aunque las ciudades podrían optar por no participar, la ciudad de Nueva York tendría un estatus especial.
La propuesta también permitiría el consumo público y el cultivo en el hogar, que es un punto de conflicto para muchos defensores de la marihuana en Nueva York.
Ambas propuestas se encuentran actualmente en estudio en comisión parlamentaria. Según algunos representantes estatales, incluso si la marihuana se legaliza y pasa a formar parte de los presupuestos en la fecha límite del 1 de abril, no veríamos ningún efecto inmediato hasta al menos 18 meses después de que el proceso regulatorio se ponga en marcha.
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