El Reino Unido ha sido históricamente uno de los países más restrictivos en lo que a regulación cannábica se refiere. Su rígida postura contrasta con las esperanzadoras legalizaciones que se están dando en algunos estados de EE. UU. y en Canadá, donde el próximo año se espera la instauración de un mercado recreativo 100% legal. Mientras tanto, el Reino Unido parece mirar hacia otro lado y persigue con durísimas sanciones no sólo la venta de cannabis sino el mero consumo o posesión, aunque sea por cuestiones terapéuticas. Light Addict, cultivador británico y uno de nuestros más queridos colaboradores, nos describe en este post cuál es la situación del movimiento cannábico en UK y desvela cuál es la clave para avanzar hacia la legalización y aceptación del cannabis en este país.
Durante los últimos años, una gran ola de comprensión y aceptación de todo lo concerniente a la marihuana medicinal ha ido inundando poco a poco el mundo. El cannabis recreativo, por el contrario, se está quedando atrás, con un apoyo cada vez menor por parte de la opinión pública. Los Estados Unidos (o al menos algunas partes del país) desempeñaron un papel principal en el avance del movimiento. Simplemente por su tamaño o por la gran presencia de los medios en todo el mundo, los EE. UU. y algunos estados "Verdes" se han convertido en un ejemplo para muchos otros países y sus gobiernos a la hora de regular el uso, la producción e incluso la legislación concerniente al cannabis medicinal/recreativo. Dicho esto, nos preguntamos: ¿se están registrando avances en el Reino Unido? La verdad es que ahora mismo todo está muy confuso y dividido en el Reino Unido. Aunque muchos países europeos ya han legalizado el uso terapéutico y, en algunos casos, incluso descriminalizado la posesión/uso de pequeñas cantidades de marihuana, por desgracia, el Reino Unido no parece estar avanzando mucho. Al igual que en EE. UU., nuestro gobierno parece estar atascado en el mismo punto de vista insostenible. Si bien la ley considera que la marihuana NO posee propiedades medicinales, el gobierno ha legalizado un producto a base de cánnabis llamado "Sativex", disponible bajo prescripción médica desde 2010. Esta posición contradictoria es simplemente absurda y deja entrever la necesidad de replantearse la situación del cannabis medicinal en el Reino Unido.
La marihuana como puerta de entrada al mundo de las drogas
Desgraciadamente, nuestro gobierno parece estar demasiado preocupado por su propia supervivencia y futuro como para abrir el debate un poco más, y qué digamos para comprometerse a algún tipo de cambio real. Si tenemos en cuenta que, en 2009, la marihuana pasó de ser considerada una droga de tipo C a una de tipo B, está claro que nuestra nación se está equivocando de dirección. De hecho, el gobierno actual sigue pensando que la marihuana es la puerta de entrada al mundo de las drogas. Así que si sumamos todo esto a un cuerpo de policía cuyo comportamiento en asuntos relacionados con el cannabis varía del norte al sur del país, solo podemos concluir que vivimos en un mar de confusión. ¿Esta historia os resulta familiar?
Realmente parece que estamos recorriendo el mismo confuso camino que los EE. UU. recorrieron hace ya un tiempo. En lugar de aprender de los errores, nuestro gobierno es demasiado estrecho de miras o reticente a cambiar de camino como para asumir algún tipo de responsabilidad en lo que respecta a la marihuana medicinal en el Reino Unido. En un plano más popular, las fuerzas del orden parecen estar entendiendo que, la gran presencia del cannabis en la sociedad hace que cualquier intento de prohibir su uso sea poco realista, especialmente, desde un punto de vista económico, ya que el coste actual de los servicios policiales y penitenciaros es realmente desmesurado. Esto nos conduce rápidamente al estímulo económico que acarrearía la legalización. La enorme entrada de ingresos provenientes de la tributación de la marihuana medicinal así como del considerable ahorro en los servicios prestados por nuestras entidades jurídicas, sin duda alguna, haría que el gobierno pudiera contar con un presupuesto mayor para ayudar a empresas públicas deficientes o incluso para proporcionar a los funcionarios el salario que se merecen. Sin embargo, la legislación sobre la marihuana terapéutica en nuestro país está aún repleta de antiguas creencias entorno al cannabis. Información anticuada que resulta ser la base de unas leyes claramente obsoletas. Por eso, sin que ningún tipo de información reciente, ni real constituya los cimientos del enfoque adoptado para tratar la marihuana, no creo que lleguemos muy lejos.
Educación e información
Por suerte, la labor de reeducación en el Reino Unido está siendo ciertamente muy buena. Eventos como los de "The Product Earth Expo/Festival" están ayudando a que todo avance más rápido, gracias a sus esfuerzos por informar a la sociedad de la verdad entorno al cáñamo y al cánnabis. Además, nos ofrecen un espacio público, donde ser examinados como un grupo, rodeado por la policía y las autoridades locales. Esto nos permite demostrar al mundo que no somos ni antisociales, ni gente turbia, ni criminales, sino personas normales y decentes, provenientes de todas las clases sociales.
Tras ver que últimamente la marihuana medicinal ha recibido un mayor apoyo por parte de la opinión pública en el Reino Unido, los medios de comunicación no han tardado en reflejar el gran cambio que ha vivido el país. Por ejemplo, durante los últimos seis meses, la imagen de la marihuana ha sufrido un notable cambio para bien. Noticias interesantes y equilibradas, documentales con fundamento y constantes entrevistas en hora de máxima audiencia, la mayoría contando la historia de familias que, gracias al cannabis, han podido luchar contra enfermedades potencialmente mortales.
Las personas que participamos en este movimiento cannábico desde hace tiempo llevamos intentando transmitir este mensaje desde que el tiempo es tiempo. Desgraciadamente, este tipo de historias desgarradoras son nuestra arma más poderosa si queremos que la situación actual progrese. Tenemos que acabar con la manía de comparar la ilegalidad de la marihuana con la legalidad de sustancias como el alcohol o el tabaco. En vez de comparar los riesgos de cada una para la salud y de quedarnos atascados en las mismas conversaciones de siempre, tenemos que hacer hincapié en los numerosos usos terapéuticos que el cánnabis, el cáñamo y sus derivados nos ofrecen. Al fin y al cabo, mientras que ni el tabaco, ni el alcohol poseen ningún tipo de propiedad medicinal, se ha demostrado que la marihuana ofrece una multitud de beneficios médicos.
Medios mal informados
Nosotros, como parte de un movimiento, también tenemos que aceptar que, a causa de la desinformación sufrida por la sociedad por parte del gobierno y de los medios, podríamos necesitar años de reeducación para cambiar el rumbo de la opinión pública y hacer que se base en información actual e imparcial. Por eso, no debemos nunca dejar de reforzar nuestro mensaje y presentarlo desde una clara unidad. En pocas palabras, tenemos que unir nuestras fuerzas puesto que, si no lo hacemos, nuestro mensaje podría quedar diluído en la tan habitual prensa negativa contraria a la marihuana y a su uso recreativo. Con un enfoque dividido, nuestras posibilidades de que ocurra un cambio real en el Reino Unido disminuirán notablemente. Esto deja una verdad única y absoluta: hasta que la marihuana terapéutica sea aceptada y se le otorgue auténtica legitimidad en el Reino Unido, las probabilidades de que el uso recreativo sea legalizado son básicamente cero. Sin embargo, el clamor popular a favor de la legalización total de la marihuana en el Reino Unido no ha sido completamente reprimido y la verdad es que, en vista del gran número de personas que la consumen tanto para uso recreativo como terapéutico, no nos sorprende. Aunque, para ser honestos, podría verse como algo bastante ideológico. Suponemos que un gran porcentaje de esta sorprendentemente numerosa populación consumidora de cannabis tiene un empleo, es decir, son miembros contribuyentes de la sociedad. Junto con la legalización, casi de la noche a la mañana, vendrán los controles antidrogas obligatorios en el trabajo. Por tanto, miembros contribuyentes de la sociedad, que se relajan a la tarde o el fin de semana consumiendo marihuana y que hasta entonces han permanecido ocultos, perderán esa libertad y pasarán a estar controlados. En un abrir y cerrar de ojos, ¡su empleo podría verse en peligro!
Así que si el cannabis es totalmente legalizado, los ajustes efectuados por la sociedad podrían condicionar e incluso limitar quiénes podrán consumir cannabis una vez éste sea legal. Todo esto, sin lugar a dudas, retrasaría la evolución del movimiento y devolvería al cannabis al lugar en el que nuestras instituciones siempre han querido que esté; exactamente donde están los desempleados y los marginados.
Luchando por la marihuana terapéutica
La ÚNICA batalla que en este momento debemos librar es la batalla a favor de la marihuana medicinal. Esta es la única plataforma que nos proporciona una evidencia innegable y, por lo tanto, la fuerza necesaria para conseguir algo relativo a la marihuana. Sencillamente, los organismos médicos, tanto en el Reino Unido como en los EE. UU., ya reconocen los beneficios que las medicinas a base de cánnabis aportan. Por eso, ahora es el momento de presionar a nuestros gobiernos para que abran el debate un poco más o, al menos, para que escuchen lo que sus instituciones médicas o la comunidad médica internacional tienen que decirles al respecto. Solamente cuando nuestro gobierno reconozca, sobre una base jurídica y pública, que la marihuana posee numerosas propiedades terapéuticas, podremos empezar a producir cambios reales.
Yo mismo, al igual que muchas otras personas, pienso que la marihuana medicinal es una cuestión global. Esta declaración tal vez lleve implícita una pequeña esperanza con respecto al futuro del cánnabis en el Reino Unido. A medida que otros países legalizan la marihuana medicinal, la información necesaria para apoyar nuestra causa va en aumento. Seguramente, gracias al creciente peso de las investigaciones internacionales, es solo cuestión de tiempo que nuestro gobierno se vea forzado a reevaluar su posición y acabe, así, con toda su hipocresía en lo que a marihuana medicinal se refiere.
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