Para muchos puede parecer que el cannabidiol (CBD) surgió de la nada, porque esta molécula ha pasado en solo unos años años del anonimato a terapia para distintas dolencias. Pero a pesar de sus beneficios, y como todo lo que podemos introducir en nuestro cuerpo, tiene ciertos efectos secundarios, dependiendo de la dosis y la constitución genética de cada uno. Para comprender la viabilidad de este compuesto como medicamento, es imprescindible que estudiemos estos efectos secundarios del CBD con cierto detalle.
CBD significa cannabidiol y es el segundo cannabinoide más abundante del cannabis. Los científicos lo han estado estudiando desde la década de 1970, junto con su molécula hermana, el THC, enfrentando el potencial médico del cannabis contra su hipotético riesgo de uso recreativo. Pero durante todo este tiempo, se han ido acumulando evidencias de que el CBD ofrece beneficios médicos similares, si no mejores, sin la desventaja de los efectos psicoactivos del THC.
Incluso una revisión minuciosa de sus características realizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó recientemente que el CBD es un tratamiento prometedor para una serie de patologías médicas: es bien tolerado, tiene un buen perfil de seguridad y no parece tener riesgo de dependencia u otros problemas relacionados con la salud pública. En otras palabras, incluso la OMS cree que el CBD cuenta con un gran potencial terapéutico.
Es muy difícil encontrar alguna evidencia de efectos secundarios peligrosos o contraindicaciones al mirar a través de los cientos de artículos científicos que hacen referencia a la CDB. Pero aunque la experiencia nos dice que el CBD apenas tiene impacto negativo en los humanos, los efectos negativos pueden aparecer en casos puntuales, aunque siempre de manera leve.
Esto es lo que dice la ciencia al respecto:
1- Sequedad en la boca
Este es un fenómeno que se produce comúnmente entre las personas que usan CBD o cualquier otro cannabinoide. Estudios recientes han descubierto que la glándula submandibular que produce más del 60 % de la saliva tiene receptores cannabinoides. La anandamida, un endocannabinoide que causa sequedad de boca (al igual que los fitocannabinoides como el CBD) interactúa con estos receptores y bloquea las señales del sistema nervioso de producir saliva, algo que se puede superar fácilmente bebiendo mucha agua u otros líquidos hidratantes.
2- Somnolencia
El CBD generalmente no induce ninguna sensación de somnolencia. Sin embargo, el efecto del CBD en los seres humanos difiere de persona a persona. En la mayoría de los casos, el CBD tiene un efecto inductor de vigilia, lo que hace que una persona esté más alerta y enérgica, mientras que en otros puede producir la reacción opuesta. Como precaución para estas personas, reducir la dosis puede ser una buena opción.
3- Mareos o aturdimiento
Un efecto secundario bastante raro y temporal. El mareo debido al CBD normalmente ocurre si uno toma una dosis más alta de lo que debería. La forma más fácil de que esto suceda es durante el vapeo, pues se necesita cierta habilidad para dominar este método de consumo. El aturdimiento se puede controlar fácilmente tomando una bebida con cafeína (té, café…) que ayudará al cuerpo a recuperar rápidamente su equilibrio normal.
4- Disminución de la presión arterial
Precisamente esta suele ser la razón por la cual algunas personas experimentan mareos. Si bien hay evidencia de que el CBD ayuda a las personas con enfermedades cardíacas y diabetes al reducir su presión arterial, este cannabinoide puede tener un impacto negativo en las personas con presión arterial normal. Según algunos estudios, dosis más altas de CBD pueden causar una ligera caída en la presión arterial. Por eso las personas que sufren de tensión baja o están tomando medicamentos para ello deben abstenerse de consumir CBD hasta consultar a un médico.
5- Diarrea y cambios en el apetito
En 2017, se publicó un estudio clínico de pacientes con epilepsia y su reacción al aceite de CBD como forma de tratamiento. En el curso de su investigación, los científicos descubrieron que los sujetos experimentaron algunos efectos secundarios comunes como diarrea y cambios tanto en el peso como en el apetito. Sin embargo, se concluyó que "en comparación con otros medicamentos utilizados para el tratamiento de estas patologías, el CBD tiene un mejor perfil en cuanto a estos efectos secundarios".
6- Efecto en pacientes con trastornos de movimiento
En un estudio publicado en el 'International Journal of Neuroscience' en 2009, pacientes que fueron tratados con dosis orales de 100-600 mg de aceite de CBD por día, junto con medicación estándar, mostraron signos de mejoría. Pero cuando la dosis fue superior a 300 mg / día, se notaron síntomas como aumento de la hipocinesia (disminución de la velocidad de los movimientos voluntarios) y temblor en reposo, lo que revela un peligro para pacientes con enfermedad de Parkinson. Sin embargo, otro estudio posterior publicado en el 'Journal of Psychopharmacology' sugirió que el uso de CBD en realidad mejora la calidad de vida en pacientes con enfermedad de Parkinson. Esto demuestra que se necesita hacer mucha más investigación en esta área para obtener una conclusión definitiva sobre el beneficio y/o el impacto negativo en pacientes de este tipo.
7- Interacción con medicamentos farmacéuticos
Se ha descubierto que el CBD impide la actividad de ciertas enzimas que se encuentran en el hígado, como el sistema enzimático citocromo P450 (particularmente la enzima CYP3A4), que metaboliza los medicamentos farmacéuticos destinados al consumo humano. La administración de CBD junto a fármacos inhibidores de estas enzimas podría representar un riesgo para la salud al aumentar o disminuir los niveles de estos medicamentos en el torrente sanguíneo, lo que puede dañar el hígado. Aquí puedes encontrar una lista de los medicamentos que interactúan con el CBD.
8- Problemas reproductivos
Los cannabinoides naturales se producen y utilizan como mensajeros químicos. Uno de sus usos más importantes es ayudar a nuestros cuerpos a coordinar la concepción y el embarazo. Por el momento, es un completo misterio cómo regulan nuestras capacidades reproductivas. Alguna evidencia sugiere que los consumidores habituales tienen tasas de fertilidad ligeramente más bajas, aunque evaluaciones más exhaustivas de los datos generalmente coinciden en que este efecto es mínimo, y es más probable que sea causado más por el THC que por el CBD.
9- Problemas del sistema inmunitario
El CBD se conoce como un inmunomodulador porque puede calmar un sistema inmunitario hiperactivo, pero existen cierta preocupación en que esto pueda dañar a los pacientes cuyos sistemas inmunitarios ya están debilitados, como los que padecen VIH. Aunque no tenemos evidencias que prueben específicamente esta teoría, la investigación muestra que el cannabis ayuda a aliviar el dolor y otros síntomas relacionados con el VIH sin causar efectos secundarios graves. Y cuando la marihuana se prueba contra síntomas específicos del VIH como la fibrosis hepática, los cannabinoides no parecen empeorarla.
Aunque la investigación actual sugiere que el CBD podría ser más útil que perjudicial para personas inmunodeprimidas, como todo lo que tiene que ver con este cannabinoide es necesario más estudios para comprobar científicamente cualquiera de estos efectos secundarios y sus posibles soluciones.
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