El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) anunció el pasado 29 de octubre la esperada reglamentación provisional del programa de producción de cáñamo a nivel federal, que crea un marco regulatorio en torno a este cultivo en todo el país. Se aprovechará la temporada de cultivo de 2020 como una oportunidad para probar la normativa y hacer cualquier ajuste, la cual expirará en dos años, momento en el cual el USDA espera tener ya vigentes las reglas finales.
El proyecto de Ley Agrícola aprobado por la administración Trump en 2018 (también conocido como 'Farm Bill') legalizó el cáñamo como un producto agrícola y lo eliminó de la lista de sustancias controladas, siempre que esté por debajo del 0,3 % de contenido en THC. Actualmente, la producción de cáñamo es legal en 46 estados, pero desde que se firmó la ley el año pasado, los agricultores, los reguladores, las partes interesadas y las fuerzas del orden han estado operando en un estado de incertidumbre, mientras esperaban que el Departamento de Agricultura definiera un escenario de actuación.
Con esta reglamentación provisional se espera que se solucionen alguno de los inconvenientes legales más importantes, como el transporte de las cosechas a través de las fronteras estatales. Pero también es vital para las compañías de venta de marihuana interesadas en pasar a un cultivo que ahora es legal según la ley federal.
¿Cuáles son los requisitos para producir cáñamo?
La normativa incluye disposiciones para que el Departamento de Agricultura apruebe los planes de producción de cáñamo desarrollados por los estados y las tribus indias. Y contiene instrucciones sobre:
- Cómo informar sobre los terrenos donde se cultivará el cáñamo.
- Las pruebas de los niveles de THC que serán necesarias.
- Los protocolos de eliminación de cultivos que no cumplan los requisitos.
- Los trámites para obtener las licencias.
- Y también establece un plan federal para productores de cáñamo en estados o territorios de tribus indias que no tienen su propio plan de producción aprobado.
Una vez que los planes de producción estatales y tribales estén aprobados, los cultivadores con licencia podrán optar a una serie de programas agrarios federales, incluida la cobertura de sus cultivos por el fondo de garantía de seguros.
Buscando un escenario global
Así, para producir cáñamo, un agricultor primero deberá tener licencia o autorización bajo un programa de cáñamo estatal o tribal; o mediante el programa de cáñamo del USDA. Pero no podrá cultivar cáñamo en estados que no han legalizado su producción dentro de sus fronteras. Por ejemplo, los agricultores en Dakota del Sur no podrían producir cáñamo legalmente debido a la posición actual de su estado.
Pero sí podrán importarlo como solución al problema del comercio interestatal. Todavía hay cuatro estados en los que el cultivo de cáñamo no es legal. Estas nuevas regulaciones reafirman que no pueden existir restricciones en el transporte de cáñamo, lo que brinda a los agricultores acceso a todos los mercados nacionales.
El límite de THC y los procedimientos de análisis
Una duda clave es qué pasará con los cultivos que den una concentración de THC por encima del umbral del 0,3 %. Estas nuevas reglas también reconocen el hecho de que un agricultor puede producir involuntariamente un cultivo que supera el límite, a pesar de sus esfuerzos para producir conforme a la ley federal.
Así que habrá un pequeño colchón en los límites de THC: los cultivos que den más del 0,3 % debido a fallos de genética, a las condiciones de plantación o a la variación en los procedimientos de muestreo, tendrán un rango de incertidumbre de medición. Los agricultores no cometerían una violación negligente de la norma si sus cultivos no superan el límite del 0,5 % de THC. Pero ese caso, tendrían que deshacerse de las plantas ya que el cáñamo entonces se consideraría una sustancia controlada y debería eliminarse.
El futuro a dos años vista
Estas nuevas regulaciones ofrecen una guía muy necesaria para los agricultores y otros actores involucrados en la producción de cáñamo industrial. El USDA ha reconocido parte de las dudas en torno a las pruebas y entiende que un agricultor podría hacerlo todo bien, pero si aún así tiene una "cosecha caliente" que pasa excepcionalmente del límite, no debe ser castigado indebidamente por unos resultados fuera de su control.
Además, las reglas, afortunadamente, reafirman que los estados que no han legalizado el cáñamo no pueden interferir en el transporte interestatal de la producción. También hace posible que otras agencias e industrias, como las instituciones financieras y los proveedores de seguros, comiencen a establecer sus propias pautas y procedimientos para tratar el cáñamo industrial.
Todavía quedan dudas sobre algunos aspectos de la producción y distribución, para proporcionar un mayor grado de certeza y uniformidad a los participantes de esta industria. Pero es muy importante que el Departamento de Agricultura haya podido elaborar un conjunto integral de regulaciones para un problema tan complicado en tan corto período de tiempo. Por eso ahora es necesario que los agricultores y las partes interesadas participen en el proceso para pulir los detalles, hasta la aprobación de la normativa definitiva en 2021.
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