Cada genética de marihuana manifiesta sus propias peculiaridades en función de los elementos presentes en el entorno. Pero no solo eso, ya que cada variedad expresa ante todo los rasgos definidos en su carta genética. Además, existen diferentes métodos de poda que permiten optimizar la producción y que también ofrecen la posibilidad de mejorar el crecimiento de algunas variedades. A continuación te mostramos diferentes técnicas que pueden ser muy útiles en ciertos casos.
Presentación y función de los diferentes métodos de poda adaptados a la marihuana
Al leer la tentadora descripción de algunas variedades con dominancia Sativa, es fácil entender la frustración de algunos cultivadores ante la imposibilidad de poder cultivarlas en interior. El problema radica generalmente en que las variedades Sativa se estiran con mucha fuerza y se hacen muy altas, lo que puede complicar el cultivo en interior si no se controla su crecimiento en el momento adecuado. Además, es muy habitual que los cannabicultores quieran cultivar diferentes variedades a la vez para diversificar el consumo o para descubrir nuevas genéticas. El problema que se presenta en esta situación suele ser que el tamaño puede variar considerablemente y suponer un inconveniente añadido. La consecuencia directa es que las plantas más altas hacen sombra a las más bajas y éstas no pueden recibir luz suficiente y desarrollarse de forma equitativa.
Afortunadamente, estos problemas se pueden resolver aplicando una serie de técnicas que pasamos a detallar a continuación. Estos métodos te ayudarán de manera inequívoca a sacar adelante un cultivo homogéneo en interior o a preservar la discreción de tu cultivo en exterior. Pero además, con estas técnicas se consigue mejorar notablemente la producción final. Un dato importante a tener en cuenta antes de entrar de lleno en el asunto, es que estos métodos ofrecen buenos resultados con prácticamente todas las variedades feminizadas y regulares. Por el contrario, no se recomienda su práctica con las variedades autoflorecientes porque éstas florecen automáticamente alrededor de la 3ª semana de vida. No dependen en ningún caso de un fotoperiodo determinado, por lo que no existe una técnica con la que potenciar su crecimiento o el desarrollo de su estructura vegetativa. A continuación presentamos las principales técnicas de poda que se pueden utilizar para optimizar el cultivo de marihuana: poda de las ramificaciones inferiores, poda apical, supercropping y técnica FIM (Fuck I Missed!).
La poda de las ramificaciones inferiores en el cultivo de marihuana
La poda de la parte baja de la planta de marihuana es uno de los métodos más utilizado por los cultivadores de todo el mundo. Ofrece la gran ventaja de concentrar la energía de la planta en la producción de flores en la parte superior. Concretamente, la planta recibe más luz, lo que mejora la densidad de las flores, la producción y la presencia de sustancias activas así como el rendimiento final de la cosecha.
No hay que dudar a la hora de cortar las ramas que reciben poca luz y que presentan una producción pobre de flores pequeñas. Y si tenías alguna duda, enseguida comprobarás que no había porqué preocuparse; la cosecha recogida es abundante y las flores son compactas y están cargadas de resina. Esta técnica funciona muy bien, por ejemplo, en variedades como Pineapple Skunk, OG Kush o Chemdawg.
Poda apical para el cultivo de marihuana
La poda apical es otra técnica muy extendida en el cultivo de nuestra planta favorita. Se trata de un procedimiento muy interesante que permite controlar el crecimiento de la planta tanto en interior como en exterior. En interior permite, por ejemplo, cultivar con total tranquilidad variedades con un crecimiento extremadamente vigoroso. En exterior, este método asegura un cultivo discreto, hecho primordial en ciertos casos.
Para aplicar esta técnica, antes de nada, es necesario hacerse con la herramienta adecuada; unas buenas tijeras de poda o unas tijeras esterilizadas. Antes de empezar hay que realizar una limpieza exhaustiva de la herramienta para que las plantas no corran el riesgo de ser infectadas por algún tipo de hongo. Se trata de un gesto simple y eficaz que protegerá tus plantas. Lo mejor es utilizar un trapo limpio o un algodón esterilizado empapado con alcohol de quemar, y si no tienes previsto su uso a corto plazo, puedes engrasar las hojas con un pincel para evitar que se oxiden. El método consiste en cortar la parte superior de la planta, también denominada "ápex". La poda se realiza unos 5 o 10 días antes de cambiar el fotoperiodo a 12/12h para la fase de floración. De esta forma las planas pueden seguir desarrollándose durante el estiramiento y continuar con su crecimiento durante unos diez días más tras modificar el fotoperiodo para la fase de floración, un periodo suficiente para su recuperación. Con esta técnica se consigue incrementar la producción de flores en las ramas secundarias que se llenan de flores, más pequeñas pero en una cantidad más que considerable. Este método se puede utilizar con variedades como Desert Diesel, Purple Trainwreck y Lemon Thaï Kush.
Poda FIM en el cultivo de marihuana
La técnica FIM (Fuck I Missed!) es un método de poda cuyo nombre se formó con las siglas de la expresión que utilizó el cultivador que la descubrió por casualidad cuando pensó que había olvidado desmochar sus plantas. Finalmente utilizó esta técnica y funcionó muy bien. La poda FIM consiste en crear en la planta un equilibrio entre la poda apical y el desmoche. El objetivo es potenciar la multiplicación de las ramificaciones secundarias más vigorosas y conservar las ramas de la parte superior.
Una de las reglas básicas de esta técnica es cortar los brotes de las puntas sin seccionar completamente la rama. Hay que conservar una parte de ésta para que pueda regenerarse y quede asegurada a posteriori la formación de nuevos y numerosos brotes que luego se transformarán en magníficas flores. Si se cortan 3/4 de las nuevas ramificaciones, unos días después se formará un nuevo par de puntas. Se pueden llegar hasta los 5 pares, y la práctica de este método no supone ningún riesgo extra. En el peor de los casos, la planta dejará de producir brotes, pero no correrá absolutamente ningún peligro. Si esta técnica no se lleva a cabo de forma adecuada lo único que puede suceder es que el resultado final sea similar al de la poda apical. Este método puede ser aplicada con éxito en variedades como Sour Diesel#2, Green Crack y Dedoverde Haze.
El Supercropping en el cultivo de marihuana
El Supercropping es una técnica de poda descubierta hace no mucho tiempo en el universo del cannabis. El principio es bastante simple, consiste en aplastar con sumo cuidado la parte fibrosa interior de las puntas de las ramas principales. Ante todo hay que intentar no dañar ni el interior ni la pared externa de la planta para no correr el riesgo de debilitarla y que luego pueda ser susceptible de ataques de patógenos, pero también, y sobre todo, porque se podría producir la perdida total de la parte tratada. Es importante no dañar la pared externa y para ello es clave actuar con destreza, agilidad y calma.
Lo que se pretende es restringir el crecimiento de las puntas en sentido vertical y orientarlas en horizontal para dar prioridad a las ramificaciones verticales que están en la parte inferior y media de la planta. El objetivo global de esta intervención es obtener una floración mayor e incrementar el rendimiento del cultivo. Esta técnica ofrece buenos resultados con Blue Dream, Raspberry Diesel, 707 Headband y Blueberry Headand. ¡Esperamos que estos consejos te ayuden a conseguir unas cosechas abundantes y de calidad en tus próximos cultivos!
Envíanos tus comentarios
Tu puntuación (entre 1 y 5)
1 2 3 4 5Deja un comentario
Leer comentarios en otros idiomas