Dos años después de la legalización, el sector legal de la marihuana recreativa en California está plagado de prohibiciones, impuestos insostenibles y rígidas regulaciones que han provocado un crecimiento muy lento de la industria legal, a la vez que se ha incentivado un próspero mercado negro. La mayoría de los expertos afirman que el mercado ilícito es posiblemente más fuerte ahora que antes de que el estado legalizara el cannabis medicinal en 1996. Y según esa métrica, la Proposición 64, que legalizó la marihuana recreativa en California en 2016, podría convertirse un error colosal. Te explicamos por qué.
Dos años después de que en California los comerciantes con licencia comenzaran a vender marihuana recreativa, esos mismos minoristas representan solo una cuarta parte del mercado estimado, según un nuevo informe del Comité Asesor de Cannabis (CAC) del estado.
A pesar de los esfuerzos para llevar a las empresas de cannabis al mercado comercial regulado, el informe afirma que "hasta el 80% del mercado de cannabis en California sigue siendo ilegal" debido a una combinación de altos impuestos, prohibiciones locales, cuellos de botella en las licencias y una fuerte regulación estatal.
El informe del CAC también muestra que las ventas de marihuana autorizadas sumaron 3.100 millones de dólares en 2019, lo que lo convierte en el mercado más grande para el cannabis legal en el mundo. Pero también se estima que se han producido 8.700 millones en ventas sin licencia. Eso significa que el mercado negro todavía representa casi las tres cuartas partes de las ventas de marihuana. Los ingresos fiscales de las ventas legales para el año fiscal que terminó en junio pasado fueron de solo 288 millones de dólares, menos de un tercio de los 1.000 millones que se esperaban.
¿Cuales son las causas de este fracaso?
1- La combinación de impuestos estatales y locales en 2019 pueden sumar hasta un 75 % al precio minorista; y tanto el impuesto al cultivo como el impuesto al consumo han vuelto a aumentar a partir del pasado el 1 de enero, dejando a cultivadores y vendedores sin apenas oxígeno. Maximizar las tasas impositivas no es una forma inteligente de aumentar los ingresos fiscales, ya que los comerciantes legales tienen que competir con los del mercado negro, que no repercuten ningún impuesto en sus precios.
2- Tres cuartas partes de las ciudades y municipios de California han prohibido las tiendas de marihuana, una política permitida por la Propuesta 64. En parte debido a esas prohibiciones, California tiene actualmente solo 568 minoristas de marihuana con licencia, menos de una décima parte del número esperado. Eso equivale a alrededor de 14 tiendas por cada millón de residentes. En comparación, Colorado, donde la marihuana se legalizó en 2012 y las ventas con licencia comenzaron en 2014, tenían 572 minoristas recreativos al 2 de diciembre, o 100 tiendas por 1 millón de residentes.
3- Incluso en lugares donde se permiten tiendas de marihuana, el proceso para obtener una licencia es una pesadilla, por la burocracia y los requerimientos exigidos tanto a nivel local como estatal. Por ejemplo, solo la ciudad de Los Ángeles había recibido más de 1.600 solicitudes de posibles minoristas. Y hasta ahora solo se habían otorgado 188 licencias.
4- Además de con los impuestos, y el farragoso proceso para obtener las licencias, las empresas legales de marihuana tienen que lidiar con cargas regulatorias, que incluyen intermediarios, requisitos de análisis y múltiples pequeñas regulaciones con respecto al almacenamiento, la seguridad, el transporte, el etiquetado, el embalaje o la eliminación de residuos.
5- Y uno de los grandes obstáculos es precisamente que el estado exigen a las empresas que rastreen digitalmente cada planta que se cultiva y vende, desde su germinación hasta que acaba en el bolsillo del consumidor, para evitar el desvío de productos al mercado negro. La participación en este sistema de trazabilidad es un requisito imprescindible para obtener una licencia. Pero hasta diciembre, el estado había suspendido las solicitudes de más de 600 compañías de cannabis que todavía no se habían unido a este programa de seguimiento.
6- Hasta ahora, la principal respuesta oficial contra el mercado negro ha sido una ofensiva policial contra los vendedores sin licencia, perpetuando una guerra contra la hierba que se suponía que la Propuesta 64 eliminaría. No son pocos los que piensan que se necesitan cambios que tengan como objetivo presionar a las jurisdicciones locales para que comprendan los beneficios de la regulación en vez de la prohibición.
7- Debido a que la marihuana es ilegal según la ley federal, los bancos no han estado dispuestos a operar con el dinero de las empresas de cannabis, lo que complica las transacciones financieras y exige que los minoristas lleven grandes cantidades de dinero en efectivo para pagar a los distribuidores y las agencias tributarias. Si las leyes federales y estatales cambian para permitir que el cannabis de California se exporte legalmente fuera del estado, eso también podría reducir el mercado ilícito.
8- La gran presión que sufre la industria legal de la marihuana es la culpable de la reducción de la fuerza laboral en las principales empresas de cannabis, incluidos gigantes y unicornios como MedMen, Pax Labs, Cannacraft, Grupo Flor, Eaze y Flow Kana, que recientemente redujeron el 20% de su personal, mientras que Weedmaps redujo un 25% su plantilla. Ante un terreno de juego con los límites muy constreñidos, los grandes inversores comienzan a abandonarlo para fijar sus ojos en otros campos más verdes, como Europa.
9- Incluso han surgido informaciones de que muchas empresas no pueden hacer frente al pago de sus facturas, debido a la falta general de ingresos. Según afirman laboratorios y proveedores auxiliares, como compañías de software, la falta de pago de facturas se ha convertido en una "epidemia" en el sector del cannabis que pueden provocar una reacción en cadena.
10- Además todo esto, la industria del cannabis también se ha visto afectada por una reciente crisis de salud relacionada con el vapeo. A nivel nacional, 47 personas han muerto y 2.000 han enfermado después de vapear tabaco o cannabis. Los Centros para el Control de Enfermedades identificaron recientemente el agente espesante de acetato de vitamina E como un probable culpable. Si bien la crisis podría remarcar la importancia de tener un mercado regulado, por ahora lo que ha causado es una notable caída en las ventas de productos para el vapeo, llevando a algunas compañías a abandonar el sector por completo.
Las grietas que han aparecido en el mercado legal de California a finales de 2019 son un indicio de que muchos operadores legales podrían no sobrevivir a pesar de la inmensa demanda de cannabis de calidad en el estado. Muchas compañías ya podrían haber cruzado el punto de no retorno en cuanto a rentabilidad y se predice pues un baño de sangre en la industria en 2020. A menos que los funcionarios de California tomen medidas drásticas para aliviar la presión financiera sobre las empresas legales, ya sea a través de la desgravación fiscal o de otras opciones que están sobre la mesa.
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