Diez formas poco comunes de consumir marihuana

La necesidad agudiza el ingenio. Y más aún cuando de marihuana se trata. A medida que conocemos nuevos usos que dar a esta planta, surgen nuevas formas de consumirla para aprovechar al máximo sus propiedades. Ya sea para paliar ciertas dolencias, para el cuidado de la piel, para alejarnos de los quebraderos de cabeza cotidianos o, simplemente, porque nos apetece colocarnos, podemos recurrir a una u otra forma de consumo que se adapta a los nuevos perfiles del mundo cannábico. 

Tiras sublinguales

Se trata de delgadas tiras de film consumible que se disuelven al entrar en contacto con nuestra saliva, por lo que basta con extraerlas de su envoltorio y colocarlas en la boca para acceder a todos los componentes activos del cannabis sin llamar la atención. De hecho, quienes nos vean pueden pensar que estamos tomando un chicle o un caramelo. Además, al contener una cantidad concreta de cannabinoides, suponen una forma eficaz de controlar la dosis que ingerimos. A esto tenemos que sumar que llega directamente al torrente sanguíneo, sin necesidad de pasar ni por los pulmones ni por el estómago, por lo que los efectos se logran con mayor rapidez.

Supositorios para ellos...

Hoy estos medicamentos han quedado algo en desuso, pero se trata de una forma de administración capaz de sacar más partido a las propiedades del cannabis. Y existen argumentos de peso para ello. Si a través de los alimentos solo aprovechamos el 15 % de los componentes de la marihuana, por medio de los supositorios la tasa de eficacia se sitúa entre el 70 y el 80 %. Sin pasar por ningún órgano, los cannabinoides llegan también directamente al torrente sanguíneo, obteniéndose mayor eficacia cuando se utiliza el cannabis para fines medicinales.

… y tampones para ellas

Con un propósito mucho más concreto, distintas firmas han lanzado al mercado este producto para ayudar a superar los dolores de la menstruación. La norteamericana Foria ha conseguido grandes avances en este terreno con unos supositorios que, antes de colocar el tampón, se insertan en la vagina, donde rápidamente se derriten. Este supositorio vaginal contiene solo tres ingredientes: mantequilla de cacao orgánico, aceite de THC y CBD. Mientras que el THC actúa bloqueando el dolor, el CBD lo hace como antinflamatorio y antiespasmódico para tratar los espasmos musculares que se producen con la ovulación. Quienes ya han probado este método aseguran que funciona.

Parches transdérmicos

Al igual que son muchos los fumadores que recurren a los parches para intentar deshacerse de su adicción a la nicotina, también hay consumidores de cannabis que han acudido a a este método para así aprovechar los efectos de la marihuana de forma discreta. Al margen de cualquier efecto alucinógeno, sirven para paliar ciertas dolencias o, incluso, para abandonar el tabaco. Van liberando la dosis de cannabinoides que contienen poco a poco, por lo que hay que colocarlos en las zonas donde confluyen ciertas venas, como las muñecas. Por ejemplo, en pruebas clínicas para un parche terapéutico transdérmico de DELTA-8-THC, en los estudios de permeabilidad en la piel humana para el THC se alcanza un nivel medio estable pasadas 1,4 horas y se mantiene al menos hasta 48 horas.

Marihuana cruda

Este método mantiene intactas las propiedades naturales de la planta. Ya sea aliñando con ella nuestras ensaladas o preparándonos un zumo, la marihuana cruda ha ganado muchos adeptos en todo el mundo, e incluso hay quien ya lo tacha de un superalimento del futuro. Y no es para menos, pues, además de los aromas y el tremendo sabor que reporta a las comidas, tiene enormes beneficios para nuestro organismo. No solo por el aporte de energía que nos da con sus vitaminas y minerales, sino también porque será un gran aliado para el correcto funcionamiento del sistema digestivo.

Polvo de marihuana

Sin duda, es uno de los métodos de consumo de cannabis llamados a revolucionar el mercado. Aunque muchos piensen lo contrario, no se trata de un triturado de los cogollos. Ni mucho menos. Cuando hablamos de polvo de cannabis nos referimos a los aceites que han sido extraídos de la planta y preparados para disolver en agua. Algunos fabricantes explican que la fórmula que utilizan es encapsular en almidón o carbohidratos tanto el THC como el CBD. Así, al beberlo disuelto en agua, se absorben los cannabinoides de forma instantánea. Ya hay firmas que piensan comercializarlo como un ingrediente más para nuestras comidas.

Chicles

A diferencia de otros métodos de consumo que hemos visto, los chicles no solo tienen aplicaciones medicinales. Es decir, los hay que contienen una gran dosis de CBD para así combatir los efectos y las dolencias causados por enfermedades como el párkinson o la fibromialgia, pero también los hay que contienen THC o incluso una mezcla de ambos cannabinoides, más enfocados al mercado recreativo. De lo que se trata es de ayudar a aquellos que quieren pasar un buen rato y desinhibirse de la realidad con el cannabis.
 

Sales de baño

Es uno de los métodos más recomendables de utilizar la marihuana, no solo para relajarnos, sino también para acabar con las molestias físicas que suframos y cuidar nuestra piel, sin necesidad de sufrir efectos psicoactivos. Las sales de baño son una de las apuestas que han hecho en la firma Whoopi & Maya, cofundada por la famosa actriz Whoopi Goldberg. Aseguran ofrecer un eficaz alivio a las dolencias corporales y un remedio a los calambres que la menstruación provoca en las mujeres.

Esprays y aerosoles

Lo más usual hoy es recurrir a los esprays de cannabis con la misma intención que las tiras sublinguales: para conseguir que los cannabinoides actúen de forma más directa y eficaz en nuestro organismo. Pero también existen esprays nasales. Por ejemplo, la empresa norteamericana Cannatol RX ha creado un revolucionario aerosol intranasal, con una alta concentración de THC, capaz de detener el solo 20 segundos un ataque de epilepsia sin efectos secundarios. Estos medicamentos de rescate son capaces de salvar la vida a niños diagnosticados con epilepsias que no responden a los tratamientos farmacéuticos convencionales. Además de ser altamente eficiente, la aplicación por la nariz hace que sea un producto amigable para los pacientes. 

Pipas de frutas

Y para aquellos que no puedan vivir sin el humo, existen alternativas a los clásicos canutos o a los cada vez más habituales bongs. Basta con ir a la frutería y comprar una manzana. Un orificio por un lado, otro por el otro y listo. Ya tenemos una pipa preparada para fumar nuestra marihuana. Es un método tan sencillo como útil en caso de que tengamos a mano cannabis, pero no dispongamos ni de papel ni de ningún otro utensilio que nos permita fumarlo.