La Alternaria es una enfermedad fúngica común en muchos cultivos de frutas y verduras, pero también puede aparecer en plantas de cannabis, ya que no es particularmente discriminatoria en cuanto a la elección de una especie vegetal en concreto. Además, algunas especies de Alternaria son alérgenos comunes a los humanos y pueden crecer dentro de los hogares provocando en ocasiones problemas cutáneos o respiratorios (rinitis, asma, etc.). Si las esporas de estos hongos aterrizan en tu cultivo, y parece un buen hábitat, intentarán colonizarlo. ¡No hace falta decir que este es un hongo que no desearás tener cerca!
La Alternaria o Alternaria alternata, un hongo identificado entre los más comunes que pueden atacar al cannabis, forma parte de un grupo de hongos (Pleosporaceae) extendido prácticamente por todo el mundo, que incluye más de 44 especies diferentes y que está directamente relacionado con los distintos procesos de descomposición de la materia orgánica. De hecho, en la agricultura comercial, casi el 20 % del deterioro del producto puede atribuirse directamente al género de hongos Alternaria.
Si bien existen algunas variaciones, la mayoría de las alternarias siguen un ciclo de vida similar al de Alternaria alternata, que crea esporas asexuales llamadas conidios, produciendo manchas en las hojas infectadas. Estos conidios son las esporas encargadas de reproducir el hongo. Un descenso o aumento repentino de la humedad puede provocar que los conidios comiencen a caer, para ser transportados por las corrientes de aire a otras plantas. Una vez que los conidios han aterrizado en las hojas, descansan hasta el anochecer, cuando el punto de rocío aumenta. La humedad permite que los conidios germinen, y en tan solo 12 horas, el hongo puede penetrar en la hoja y aferrarse, comenzando a extenderse.
También existen alternarias que causan otras enfermedades, como la pudrición de la raíz, y se pueden propagar directamente a través del tejido de las plantas infectadas. Este género de hongos, que se reproduce rápidamente, puede convertirse en un enorme problema para el cultivo de cannabis a gran escala o, incluso, para pequeñas plantaciones o plantas individuales.
Síntomas de la Alternaria
El primer signo de que puede haber un problema son las manchas en las hojas que causan las especies de Alternaria. Estas manchas pueden ser inicialmente amarillas, para pasar al marrón oscuro o al negro, dependiendo de las distintas especies. Poco a poco desarrollan un patrón de anillo concéntrico que se parece a una diana, con un punto negro en el centro que son los conidios, las esporas encargadas de reproducir el hongo.
También pueden aparecer halos amarillos alrededor de las manchas a medida que se oscurecen, y puede producirse una apariencia borrosa de las mismas a medida que se forman estos conidios. Estas esporas se reproducen cuando la temperatura ambiente alcanza los 20/23 ºC, y las condiciones óptimas de propagación se dan cuando la temperatura se acerca a los 27 ºC.
Con el tiempo, las manchas de las hojas pueden unirse en una gran lesión que hace que la hoja se marchite y muera. En los casos en los que la planta presenta zonas infectadas amplias, se puede llegar a producir una defoliación y, como consecuencia, una disminución muy importante de vitalidad que podría conllevar la pérdida definitiva de la planta en los casos más avanzados de la infección.
¿Cómo prevenir y erradicar la Alternaria?
La aparición de la Alternaria se puede prevenir siguiendo una serie de pautas, como son mantener una buena limpieza e higiene del cultivo y una ventilación eficiente que evite variaciones extremas de temperatura y humedad. También hay que tener cuidado con el riego, hacerlo de manera regular y en la cantidad justa, dejando secar el sustrato entre riego y riego. Riega lo suficientemente temprano durante el día para que las plantas no se sientan húmedas durante la noche. No te olvides tampoco de proporcionar un espaciado suficiente entre planta y planta, para mantener esos niveles de humedad lo suficiente bajos para evitar su aparición.
Otra pauta de prevención, y dado que que las esporas permanecen en la atmósfera o sobre el sustrato durante todo el año, es no reutilizar la misma tierra en varios cultivos de forma consecutiva y siempre desechar de forma obligada toda materia vegetal en descomposición. Sabiendo que la materia en descomposición es un factor de primer orden para atraer la presencia de patógenos, es necesario evitar la acumulación de grandes cantidades de residuos vegetales.
Otro método de prevención es el acolchado. Si se aplica inmediatamente después de la siembra, el mantillo puede ayudar a prevenir la propagación de las esporas de Alternaria que ya están en el suelo. En caso de que esta infección fúngica se haya producido y extendido, la forma más efectiva de tratarla es simplemente eliminar toda la planta del cultivo para evitar que el hongo se propague a otras plantas.
Por último, también se pueden utilizar fungicidas de amplio espectro como tratamiento preventivo. Pero con el objetivo de erradicar una infección o un ataque evidente de Alternaria, es preferible la utilización de fungicidas naturales, como por ejemplo la cola de caballo o el aceite de Neem. Aunque si el problema persiste, será necesario el uso de productos químicos más eficaces, siempre procurando evitar los tratamientos durante la floración, ya que las flores absorben directamente las moléculas activas.
Como hemos visto, el hongo Alternaria puede ser muy peligroso si no se detecta y trata adecuadamente, así que lo más eficaz es hacer uso de los métodos de prevención descritos anteriormente. Una planta de cannabis infectada tiene pocas posibilidades de salvarse, incluso rociando fungicidas. Sería más prudente eliminarla directamente. Puede ser decepcionante, pero al menos no te preocupará que el hongo se propague a otras plantas. Además, no gastarás energía en plantas enfermas que no te devolverán la inversión en tiempo y esfuerzo.
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