La historia de la marihuana está plagada de mitos y personajes que arriesgaron todo, incluso su libertad, por abrir el camino hacia lo que muchos soñamos, una sociedad en la que el cannabis no sea una planta demonizada. Dennis Peron, el legendario activista y padre de la Proposición 215, fue una pieza clave en la historia del cannabis medicinal. Su implicación con la causa y su persistencia fueron el motor que ha permitido que miles de personas se beneficien de las propiedades de esta planta milenaria. Dennis Peron murió el pasado 27 de enero, y hoy queremos hacer un homenaje a este incansable activista que dedicó su vida a luchar por los derechos de los enfermos. Él es la razón por la que hoy en día la marihuana es legal en California, así de simple.
Dennis Peron nació en el seno de una familia italo-americana en el Bronx, Nueva York, en el año 1945. Creció en Long Island y fue reclutado por ejército de USA en 1966 donde sirvió en las fuerzas aéreas durante la guerra de Vietnam. Sin embargo, Peron no era un soldado al uso, 30 días antes de ir a la guerra participó en el llamado "verano del amor", durmió en los parques de San Francisco, tomó ácido y confraternizó con los ideales del llamado "movimiento hippie", una revolución pacífica liderada por la juventud americana que luchaba por difundir un mensaje de amor y paz. Quizá por eso, cuando se vio a sí mismo empuñando un arma se negó a disparar, "Le dije a mi superior que no podía hacerlo, cuando me preguntó la razón le respondí que cerraba los ojos cada vez que tenía que disparar". A pesar de su reticencia, el activista tuvo que pasar tres años en Vietnam, en ese periodo sucedieron dos cosas que cambiarían el rumbo de su vida: probó la marihuana por primera vez y se dio cuenta de que era gay.
Homofobia, depresión y cannabis
Cuando volvió de la guerra en 1969 decidió instalarse en la liberal San Francisco, donde se sintió aceptado en la comunidad gay. En una entrevista en 2014, Peron reveló que volvió de Vietnam con un kilo de cannabis en su equipaje, pese a que muchos lo han calificado de "dealer", ese no fue el inicio de una carrera delictiva traficando con drogas, sino más bien el comienzo a de una vida entera dedicada al activismo cannábico. Sensible y altruista por naturaleza, Dennis Peron quiso ahondar en los mecanismos que rigen la psique del ser humano, estudió la carrera de psicología e hizo las prácticas en el hospital psiquiátrico de Napa, en California. Allí se dio cuenta de que la lucha contra la homofobia sería una de sus causas de por vida. En el hospital había muchos hombres internados por el simple hecho de ser gays, la homosexualidad por aquel entonces era una "enfermedad" que debía ser tratada, una condición que iba contra la ley.
Él mismo comenzó a sentir las consecuencias del rechazo social que su orientación sexual conllevaba, tal como describió años después en una entrevista: "Italo-americano, criado en el catolicismo y gay en la sociedad americana de los 70, esta combinación me llevó a la depresión. Gracias a dios el cannabis cambió mi vida, me ayudó a abrir mi mente y ver las cosas desde otra perspectiva, fue entonces cuando decidí que quería ayudar a otros como yo a salir del pozo".
Big Top Supermarket: el inicio de la batalla legal
Convencido de su deber de ayudar a la comunidad, el activista abrió el Big Top Marijuana Supermarket, una especie de dispensario ilegal en su propia casa, en el distrito de Castro de San Francisco. El lugar se hizo muy famoso y gente de todo tipo acudía para comprar marihuana, lo que evidentemente llamó la atención de las autoridades. La policía hizo una redada en su casa en 1979. Durante la intervención, Peron recibió un tiro en la pierna y fue encausado por posesión de 90 kilos de marihuana. Llegó a un trato con la fiscalía y cumplió tres meses de tratamiento en un hospital más tres meses de cárcel. Mientras cumplía condena, su amigo y activista Harvey Milk (el primer hombre que consiguió ser elegido para un cargo público a pesar de no esconder su homosexualidad), fue asesinado. Un duro golpe que no hizo más que reforzar su convicción y sus ganas de luchar por una sociedad mejor, libre de homofobia y donde el cannabis pudiera ser dispensado de forma legal.
SIDA y marihuana medicinal
Cuando en la década de los 80 estalló la epidemia del SIDA, Dennis Peron se dedicó de lleno a ayudar a los enfermos. Hoy en día, hay miles de personas heterosexuales infectadas con VIH, y por fin parece que el estigma que ligaba este virus con la homosexualidad ha desaparecido. Sin embargo, durante la primera etapa de su expansión, esta enfermedad golpeó duramente a la comunidad gay, incluso fue considerada por algunos "una enfermedad de homosexuales". Dennis Peron vivió muy de cerca sus devastadoras consecuencias, muchos de sus amigos murieron. Mientras trataba de aliviar a los enfermos, se dio cuenta de que la marihuana era un eficaz paliativo, no curaba el SIDA, pero le daba a los pacientes una mayor calidad de vida: hacía disminuïr significativamente las náuseas, les devolvía el apetito y combatía eficazmente la caquexia. El concepto de Cannabis Medicinal comenzó a tomar forma en su cabeza. Cuando su pareja murió a causa de esta enfermedad en 1990, el dolor y la desesperación se convirtieron en determinación. "No podía entender por qué yo había sobrevivido, cuál era el sentido de que siguiera vivo cuando todos a los que amaba se habían ido. No conseguía entender por qué el hombre con el que había pasado mi vida, mi amor, mi todo, estaba muerto y yo seguía aún vivo" . Dennis Peron supo transformar la "culpa del superviviente" en una misión de por vida: conseguir que los enfermos tuvieran acceso legal a las propiedades medicinales de la planta. Dispuesto a librar la batalla legal hasta su última instancia, inició una campaña para recoger firmas con el fin de llevar a las urnas una medida para legalizar el cannabis medicinal en San Francisco, esta iniciativa se llamó Proposition P y fue aprobada con un 80% de votos en noviembre de 1991.
Proposición 215, aires de cambio
Con esta pequeña batalla ganada, abrió el primer club de cannabis medicinal en San Francisco, el primer dispensario del país. Una de las cofundadoras de este proyecto fue la famosa Mary Jane Rathbun, también conocida como Browny Mary, una activista cannábica que se hizo conocida en la comunidad por distribuir ilegalmente brownies con cannabis a los pacientes con SIDA. Juntos publicarían un libro de cocina cannábica dos años más tarde para enseñar a los enfermos cómo hacer su propia medicina. Tres años más tarde, Dennis Peron consiguió uno de los grandes triunfos de su carrera como activista, lanzó una campaña para aprobar la Proposition 215, una iniciativa para legalizar el cannabis medicinal en todo el Estado de California que él mismo contribuyó a redactar. En 1996 los ciudadanos de este Estado votaron sí y alcanzaron un hito histórico, la perla de la Costa Oeste se convirtió en un ejemplo que otros muchos Estados y países han seguido durante las dos últimas décadas. Sin este incansable guerrero, probablemente ahora no estaríamos presenciando la ola regularizadora que ya se ha puesto en marcha a nivel mundial, ¿Quién dijo que una sola persona no puede cambiar el mundo? Nuestra historia más reciente demuestra que la perseverancia y la determinación de un solo individuo pueden mover montañas. No tires la toalla, lucha por lo que crees que es justo, levántate otra vez. Hasta siempre Dennis Peron
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