La sequía y la ausencia de agua son las mayores preocupaciones de los agricultores de California. Desde 1970 la población se ha doblado, y los 38 millones de personas que allí viven obviamente no pueden vivir sin este preciado líquido. A más gente, mayor consumo tanto para los quehaceres cotidianos como para empleos industriales. Su escasez y los problemas derivados desencadenan la inevitable pregunta: ¿quién gasta más de este preciado recurso?
Sin mucho rigor hay quien ha apuntado a los cannabicultores como unos derrochadores. Se han publicado estimaciones acerca de lo que se gasta en una plantación. Sin embargo, no se había preguntado directamente a los agricultores hasta que el Consejo de Políticas de Cannabis de Mendocino, en colaboración con la asociación de cultivadores Esmeralda, hizo una rigurosa encuesta a los cannabicultores y logró establecer la regla de 1,34 litros al día por 10 gramos de cannabis. La media de su estudio muestra que los cannabicultores cultivan plantas de entre uno y dos kilos de peso y emplean 18,927 litros de agua para su riego durante los meses de verano. Para los tres primeros meses de crecimiento, las cantidades de riego son minúsculas, apenas un litro por planta. Para producir 1 kilo de cogollos son necesarios algo más de 8 litros de agua por día (8,337, en concreto). El departamento de Agricultura del estado de California calcula, por su parte, que cada planta requiere 22,71 litros cada día durante 150 días o 900 para todo su ciclo vital. Una planta de un kilo produce 256 octavos de onza (896 gramos) y cada octavo de onza consume entre 7,5 y 13 litros de agua. El octavo de onza es una medida estándar en las tiendas cannábicas de California, similar a lo que pudiera ser un kilo de carne, una botella de vino o una lata de frutos secos. Un octavo de onza equivale a 3,5 gramos. En comparación con otras industrias, se sabe que para producir un kilo de carne se necesitan más de 12.500 litros de agua, así que una hamburguesa de cuarto emplea más de 3000 litros. El vino emplea entre 681 y 1514 litros de agua por botella, por lo que cada vaso necesita 189 litros. Frutos secos como las almendras necesitan 3,785 litros por unidad o unos 379 litros por lata, mientras que el brócoli requiere de 19 litros por unidad y los aguacates de 625 litros por kilo.
A favor del cannabis también se puede decir que las plantas que producen el kilo completo producen asimismo cogollos más pequeños no aptos para la venta. Esos cogollos también se consumen, bien por los propios cannabicultores o bien regalándolos a los dispensarios, a los pacientes o a consumidores habituales. Además, las plantas no se desechan una vez cultivadas sino que se utilizan para hacer concentrados, comestibles, tinturas, aceites, etc. Todos esos productos añadidos no requieren agua extra. Agricultura publicó un informe acerca de las plantaciones en Mendocino y Humboldt y en el que resaltó tres valles representativos del cultivo. Concluyó que hay unas 26.000 plantas en Outlet Creek Valley, en el condado de Mendocino, que consumen 23 litros diarios por planta y que el cannabis estaría secando los regadíos. De nuevo, una mirada más cercana al asunto arroja resultados diferentes. Empleando las cifras de Agricultura, 23 litros de agua al día para el pico de empleo de agua durante los 150 días de verano son 3450 litros por planta. Esa cantidad, por temporada, son 89.700.000 litros. Para llegar a esas conclusiones se asume que cada planta tiene un diámetro de 1,8 metros, cada una de ellas ocupa un área de 2,54 metros cuadrados y, por tanto, el valle de Outlet Creek emplea 66.040 metros cuadrados para el cultivo de cannabis. Los 89.700.000 litros de agua necesarios para los cultivos de cannabis de Outlet Creek Valley podrían abastecerse suficientemente a partir de unas precipitaciones de unos 300 milímetros sobre un área de alrededor de 299.000 metros cuadrados, siempre y cuando se recojan adecuadamente y se almacenen durante los meses húmedos para ser empleada durante los secos. Hasta en los años con menos lluvia Mendocino recibe 1016 milímetros de lluvia. Una aceptación bastante cuestionable de ese informe es que las plantas de invernadero ocupan un espacio de 12,7 x 12,7 centímetros y que necesitan el mismo agua que las plantas de exterior. El informe no recoge la posibilidad de que las plantas reciban iluminación artificial para ser cosechadas antes de los meses calurosos, por lo que no gastarían agua en ese tiempo. También obvia el agua propiedad de los agricultores (manantiales en las fincas o almacenamiento de la lluvia) y se centra solo en la desecación de los arroyos.
Al mismo tiempo, Mendocino tiene 6677 hectáreas de viñedos que emplean 233.839 litros de agua por hectárea por semana durante una temporada de 24 semanas de cultivo. Esto resulta en 37.473.835 metros cúbicos de agua por temporada, mientras que si hubiera 3 millones de plantas en el condado de Mendocino en 100 valles iguales que Outlet Creek (es decir, con una extensión cercana a las 42.000 hectáreas cada uno), los cultivos de cannabis no llegarían a necesitar ni siquiera 10.000.000 de metros cúbicos de agua por temporada. Bajo las nuevas leyes del cannabis en California algunos agricultores podrán cultivar hasta 0,4 hectáreas con plantas de marihuana, donde se calcula que entrarían unas 1400 plantas. Si los datos del departamento gubernamental ascienden a 3.500 litros de agua por planta se necesitarán 4.900.000 litros por plantación. Asumiendo que el área total destinada al cultivo de cannabis en el condado sería de alrededor de 800 hectáreas, la cosecha entera destinaría 7.840.000.000 litros por temporada. El cultivo de viñedo en el condado produce 150 millones de beneficio anualmente. Unos 22.239 dólares por cada hectárea cultivada. Por cada metro cúbico de agua empleada son 4,05 dólares. En cuanto a la marihuana, de acuerdo con los cálculos anteriores, la superficie cultivada emplearía 7.840.000.000 litros. Estimando que de cada planta se obtiene solo 450 gramos, la cosecha sobrepasaría las 1179 toneladas. A 1000 dólares los 450 gramos, se obtendrían 2.600.000 millones de dólares de beneficio anualmente, solamente en el condado. Casi 3,5 millones de dólares por cada hectárea cultivada de rendimiento. Por cada metro cúbico de agua unos 272,33 dólares. Así, el cultivo del cannabis emplea un cuarto del agua que se utiliza para el negocio del vino mientras que produce diecisiete veces su beneficio. Tras la caída de la antigua industria maderera en California, los cannabicultores escondidos en el Triángulo Esmeralda han recogido el desafío y han asumido la carga económica del condado pese a las dificultades y los ataques que tienen que sufrir por parte de, todavía, las mentes más estrechas. Tanto si eres cultivador experto como si estás iniciándote en este arte no dudes en pasarte por nuestra tienda para comprar semillas de marihuana. ¡Disfruta cultivando!
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