Si no estás familiarizado con las monedas virtuales puede que más allá del bitcóin no conozcas ninguna otra. Sin embargo, la tecnología ‘blockchain’, en la cual se basan todas las operaciones en torno a estas criptodivisas, ha abierto todo un mundo de posibilidades que ha llegado incluso a la marihuana. CannabisCoin, PotCoin o DopeCoin son solo algunos ejemplos de estas nuevas criptomonedas que tienen el cannabis como bandera. Te contamos todos sus detalles.
Las monedas virtuales ganan cada vez más terreno. El bitcóin alcanzó el pasado diciembre su récord al situar su valor cerca de los 20.000 dólares (unos 16.300 euros). Aunque desde entonces su cotización ha descendido hasta los 10.000 dólares (algo más de 8100 euros) en el momento de escribir estas líneas, y ha supuesto que muchos empezaran a advertir sus riesgos en su fluctuante mercado, todavía son bastantes los que confían en esta inversión. Su anonimato, sus transacciones garantizadas en tiempo real y su libre mercado, sin ningún regulador que imponga sus reglas, hacen que para muchos su tecnología 'blockchain' (también conocida como cadena de bloques) las convierta en una apuesta de futuro. Más allá del bitcóin hay otras opciones moviéndose en esta economía virtual. Actualmente en el mundo existen más de 800 criptomonedas. Y, como no podía ser de otro modo, algunas también se visten de verde para ofrecer a los enamorados de la planta el binomio perfecto: criptomonedas y marihuana. Vamos a conocerlas más a fondo.
PotCoin (POT)
Una de las primeras en aparecer fue PotCoin (POT), en 2014. Entonces tres personas anónimas bajo los seudónimos de Hasoshi, MrJones y Smokemon 514 decidieron crear una moneda para capitalizar la legalización de la marihuana. Su objetivo era crear la primera divisa digital con el fin de facilitar los intercambios dentro de la industria legal del cannabis.
En diciembre de 2017 su capitalización bursátil se situaba cerca de los 75 millones de dólares (unos 61 millones de euros). Este éxito les ha llevado a crear la Fundación PotCoin, con la que pretenden abordar el problema de la volatilidad de estas monedas. A finales de febrero de este año contaba con más de 219 millones de potcoines en el mercado, que se valoraban a 0,168054 dólares (unos 0,13 euros) cada uno. Además PotCoin está disponible en más de 35 países en 800 cajeros y para este año esperan ampliarlos hasta más de 1300. En Marbella, Fuengirola (Málaga) y Barcelona ya hay 'grow shops' que los aceptan como método de pago.
CannabisCoin (CANN)
También surgió en 2014, tan solo unos meses después de PotCoin. Además, como ella, nació con el objetivo de facilitar las transacciones para los dispensarios de marihuana medicinal. Para diferenciarse, lanzó CANNdy, una línea de variedades y productos de cannabis terapéutico pensados con el fin de intercambiar un CANN por un gramo de este.
Muchos de sus usuarios la llaman The Marijuana Bitcoin, ya que es una de las más utilizadas en las compras de los dispensarios estadounidenses. Además, al igual que otras monedas cannábicas, se está beneficiando de la legalización de la marihuana en California. A finales de febrero contaba con más de 77 millones de CannabisCoin en circulación. Cada uno de ellos estaba valorado en 0,071169 dólares (solo unos 5 céntimos). Aunque por el momento no ha declarado planes específicos de expansión, se sabe que están trabajando en mejorar su seguridad.
DopeCoin (DOPE)
Del mismo año que sus homólogas, DopeCoin comenzó con la intención de crear una 'ruta de la seda' para las transacciones de marihuana en todo el mundo. Su fundador es Adam Howell, que se define como un amante del café, un viajero del mundo y creador de cosas geniales. Sobre la moneda, en su web se dice que "más que una moneda, es una experiencia". Según ellos, su misión es proporcionar a los entusiastas de la marihuana una forma moderna y segura de hacer negocios para el siglo XXI. Actualmente hay alrededor de 117 millones de dopecoins en circulación. Su valor asciende a los 0,066560 dólares (unos 0,06 euros). Además, esta moneda creó en 2015 la red GROW. Gracias a ella los productores canadienses venden sus plantas con total seguridad utilizando transacciones con aquellas.
HempCoin (THC)
También vio la oportunidad de salir al mercado hace cuatro años, aunque con un enfoque algo diferente de las anteriores. Su objetivo no era servir de intercambio entre dispensarios y usuarios, sino facilitar las operaciones dentro la propia industria cannábica. De este modo, HempCoin podría utilizarse tanto para facilitar las transacciones entre los agricultores de marihuana y los dispensarios como para la compra de equipos y herramientas de cultivo de cannabis. Incluso se ha convertido en recurrente en la industria del tabaco.
Además, cuenta con otra gran diferencia respecto al resto de las criptomonedas. Está respaldada por la empresa Rocky Mountain Ayre, que cotiza en el mercado de valores estadounidense NASDAQ. En 2018 HempCoin se ha fijado un objetivo más y ya ofrece tres métodos de pago: HempPAY Mobile, HempPAY Card y HempPAY Online. Así, trabajará junto con los dispensarios para incentivar su uso entre los compradores de cannabis. A finales de febrero esta moneda tenía un valor de 0,11 dólares (unos 9 céntimos), con unos 230 millones de unidades en circulación.
CannaCoin (CCN)
Otra alternativa que se desarrolló en marzo de 2014, pero no acabó de lanzarse al mercado hasta finales de ese año. En diciembre se realizó la primera prueba de participación, también conocida por sus siglas PoS (del inglés Proof-of-Stake). Esto tiene que ver con la manera en que se consigue la moneda. A diferencia del bitcóin, con el que para encontrar bloques de transacciones es necesario un gran trabajo computacional, con las pruebas de participación lo importante es las monedas que tengas acumuladas.
Así, a más cantidad de CannaCoin más fácil te será encontrar más. Además, en estos casos, también serán quienes más poder tengan para perturbar la red. Sin embargo, se considera que las personas que acumulan muchas no tendrán ningún interés en que la red vaya mal. Más allá de su funcionamiento, sus fundadores se definen como "un grupo de entusiastas del cannabis trabajando para el desarrollo de aplicaciones de criptomonedas relacionadas con la producción de cannabis". Engloban desde semillas y extractos hasta la elaboración de vidrio mediante soplado o iniciativas para el criptodesarrollo.
ParagonCoin (PRG)
Es la última en aparecer y para muchos la que marcará la ruta de estas criptodivisas en 2018 gracias a sus respaldos. ParagonCoin fue fundada por la modelo y ex Miss Iowa Jessica Versteeg y su marido, el millonario ruso, Egor Lavrov. Además, desde su creación ha contado con el apoyo del rapero The Game.
Su precio inicial se situaba en 0,75 dólares (unos 60 céntimos de euro), pero en muy poco tiempo aumentó a 1,55 dólares (1, 22 euros) para sorpresa de todos. Actualmente hay 100 millones de estas monedas en circulación. A pesar de su rápido éxito la rodea un ambiente algo incierto. Muchos creen que se ha exagerado sobre ella y pronto caerá, lo cual también es motivo de preocupación para las monedas más exitosas. Según los expertos, su valor potencial para 2022 podría situarse en los 4,07 dólares (3,32 euros). Con todo ello solo será cuestión de tiempo ver cómo se comporta el mercado de las criptomonedas y, en especial, las relacionadas con el cannabis. ¿Seguirá siendo una gran inversión o estarán próximas a su fin?
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