Un buen entendimiento del funcionamiento del medio de cultivo orgánico como red alimentaria del suelo es el mejor modo de garantizar su máximo equilibrio. Con el paso del tiempo el suelo se empobrece a medida que sus minerales y nutrientes se van agotando, pero no hay necesidad de alarmarse: en este artículo te daremos todas las claves necesarias para complementarlo de manera óptima y así mejorar su calidad para que consigas cultivar tu marihuana de manera orgánica con gran acierto.
Indice
Por Stoney Tark
El suelo vivo y la red alimentaria
El suelo está constituido por una amalgama de materia orgánica que se ha ido descomponiendo a lo largo del tiempo. La naturaleza nos provee de unos microorganismos beneficiosos que cohabitan en el suelo, donde se desarrollan y crean una simbiosis con las raíces de las plantas, acelerando así el proceso de descomposición y creando una red alimentaria. A medida que las plantas crecen, se alimentan de los nutrientes, minerales y carbono presentes en el suelo, pero después de varias cosechas estos elementos se van agotando. Llegado ese punto hay que recargar el suelo para devolverle su equilibrio natural.
Son muchas las variables que pueden afectar la calidad de un medio de cultivo orgánico: desde el estrés térmico, el estrés por carencia de agua o por un riego excesivo, pasando por un drenaje o aireación deficientes, hasta llegar a una insuficiente capilaridad de las plantas.
- Las raíces de las plantas de marihuana interactúan directamente con los organismos beneficiosos que se encuentran en el suelo.
- Estos microorganismos aeróbicos requieren una temperatura y niveles de oxígenos elevados para sobrevivir y reproducirse.
- Este proceso devuelve nutrientes a las raíces de las plantas a través de las bacterias y hongos que se adhieren a sus pelos absorbentes.
Utilización de microorganismos indígenas (IMO)
La agricultura natural coreana o KNF ('Korean Natural Farming' en inglés) se ha convertido en uno de los métodos favoritos de cultivo orgánico, ya que permite que el cultivador tenga un contacto más estrecho con la microbiología del suelo, valiéndose de los microorganismos presentes en el bosque, las zonas montañosas, un jardín en pleno auge, una zona de bambú, o cualquier lugar que esté lleno de vegetación.
La utilización de microorganismos indígenas que han coexistido con la tierra durante miles de años aumenta la presencia de bacterias y hongos beneficiosos en el cultivo. Las plantas de cannabis o cualquier otra planta con un ciclo de vida de un máximo de 9 meses prefieren los grupos de microorganismos formados mayoritariamente por bacterias, mientras que las plantas con ciclos de vida superiores a los 9 meses se decantan por la predominancia de hongos.
Incorporación de humus de lombriz
Trabajar con lombrices no solamente es divertido para los niños. Estos pequeños ayudantes pueden también contribuir a la correcta aireación del suelo, al reciclaje de la materia orgánica y al desarrollo de bacterias beneficiosas. El humus de lombriz es un método ideal para mejorar la calidad del terreno y reequilibrar los niveles de nitrógeno, fósforo y potasio.
- Los contenedores de lombrices son una buena manera de reciclar los restos orgánicos en el jardín.
- Las lombrices se deslizan a través del sustrato y así facilitan la aireación de las raíces.
- Estos invertebrados ingieren la materia orgánica y la reemplazan con organismos ricos en bacterias.
- El humus de lombriz contiene un alto porcentaje de nutrientes esenciales y oligoelementos.
Nuestro consejo #1: Añadir al suelo una bolsa de 50 litros de humus de lombriz es la mejor solución para reponer tu medio de cultivo, prevenir carencias y mejorar significativamente la salud y aspecto de tus plantas de cannabis.
Utilización de jugo de plantas fermentadas
Otro método utilizado en KNF consiste en fermentar una mezcla de azúcar de caña y brotes de plantas sanas y fuertes durante una semana. El azúcar favorece el drenaje del líquido resultante a través de un proceso llamado osmosis, convirtiéndose en una fuente de alimento para los microorganismos responsables del proceso de fermentación.
PASO 1: Recolecta material vegetal orgánico de entre 5 y 7,5 cm de longitud. La clave está en buscar brotes frescos, especialmente los que estén más sanos y presenten el mayor número de hojas.
PASO 2: Pesa toda la materia vegetal que hayas recogido y apunta el peso. El peso nunca debe calcularse a ojo, por lo que usar una balanza es siempre primordial.
PASO 3: Añade la misma cantidad de azúcar de caña que de materia vegetal, y cubre la materia vegetal con el azúcar lo mejor que puedas.
PASO 4: Coloca la mezcla de materia vegetal y azúcar en un tarro de cristal grande. Con el fin de que la mezcla pueda respirar, se aconseja el uso de un trozo de tela transpirable como tapa.
PASO 5: Comprueba el estado de la mezcla 24 horas después. Pasado ese tiempo, el contenido del envase debería haber disminuido a ⅔ de su capacidad. Es esencial que el aire pueda entrar en el envase para facilitar el proceso de fermentación.
PASO 6: Después de 48 horas verás signos de burbujeo, lo cual indica que la fermentación ha comenzado. La mezcla estará lista después de 3-5 días a partir de ese momento.
PASO 7: Cuando la materia vegetal empiece a flotar, el proceso habrá finalizado, y será el momento de separar la solución líquida con la ayuda de un colador esterilizado.
PASO 8: Guarda el líquido resultante en un envase de cristal transparente o de plástico de grado alimentario. Este líquido rico en microorganismos seguirá produciendo gases y burbujeando.
Nuestro consejo #2: No enrosques la tapa demasiado o la presión dentro del envase aumentará excesivamente.
Beneficios del té de compost aireado (TCAA)
Cuando las bacterias aeróbicas y los hongos se dejan fermentar en una solución nutritiva oxigenada combinada con una fuente de alimento, estos se multiplican por miles de millones en un plazo de 24 horas. Las bacterias comienzan el proceso de metabolización muy rápidamente, mientras que los hongos necesitan un periodo de 24 horas. Los beneficios asociados al uso del té de compost son innumerables: esta solución recarga el medio de cultivo y lo prepara para el siguiente ciclo de crecimiento; proporciona a las plantas una solución rica en nutrientes; y aumenta la vida microbiana del suelo considerablemente. Un cubo esterilizado, una piedra difusora y una bomba son suficientes para arrancar el proceso. Y no te olvides de añadir una fuente de alimento para los microbios y los hongos.
De este modo el sustrato recibe una buena dosis de protección biológica contra los patógenos. Algunos tés de compost aireados como el té de humus de lombriz pueden utilizarse para alimentar a las plantas desde la germinación hasta el momento de la cosecha.
Conclusión
La regeneración de la materia orgánica te permitirá cultivar plantas de marihuana increíblemente sanas a la vez que creas un supersoil de calidad que te ahorrará el gasto de tener que adquirir nuevos materiales. Tener que cambiar tu medio de cultivo después de cada cosecha supone una completa pérdida de tiempo, esfuerzo y vida microbiana, así que la próxima vez que vayas a cultivar, ten en cuenta todos los beneficios del reciclaje y deja que la Madre Naturaleza haga lo que mejor sabe hacer.
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