Cuando una planta de marihuana alcanza la plena madurez, las características que la definen serán consecuencia directa de todo lo que haya ocurrido durante su ciclo de vida. Por ejemplo, el periodo comprendido entre la germinación y la floración marcará la capacidad de la misma de producir flores de gran calidad. A continuación os mostramos algunas técnicas que os ayudarán a obtener los mejores resultados así como el mejor modo y momento para aplicarlas.
Por Stoney Tark
¿Por qué entrenar las plantas?
Es importante ser conscientes de cómo se desarrolla una planta de marihuana a la que se deja crecer libremente tanto en indoor como en outdoor. Normalmente encontraremos individuos alargados y desgarbados que no producen más que flores pequeñas y de muy baja calidad. La razón principal por la que los cultivadores deciden manipular el crecimiento de sus plantas es porque desean obtener producciones increíbles o una determinada forma. Para ello, existen diferentes técnicas, cada una de ellas con una finalidad diferente.
Low-Stress Training
Este método consiste en atar y doblar los tallos y las ramas con el fin de moldear la estructura de la planta durante la fase vegetativa. Una manera de llevarlo a cabo sería utilizando cordeles o cuerdas para obligar al tallo principal a inclinarse hasta una altura inferior a la de los internudos restantes. Es importante aplicar cierta presión pero sin llegar a quebrarlo. Esto provoca que la planta crezca de manera homogénea como un arbusto denso. Otra de las técnicas más conocidas de low-stress training es la poda apical (topping), o simplemente la eliminación de la punta del cogollo apical con el objeto de permitir el desarrollo de dos colas simultáneas en lugar de una.
High-Stress Training
Al tratarse de una técnica más agresiva, el supercropping es considerado un método de alto estrés. Básicamente, se basa en dañar la estructura de la rama causando una rotura de la misma. Esta técnica, que puede utilizarse en varias ramas al mismo tiempo, nos permitirá controlar el crecimiento de la planta. Deberemos aplicar cierta presión hasta escuchar un chasquido interno que nos indicará que la pared celular ha sufrido daños y necesita ser reparada.
Algunos cultivadores suelen doblar la punta superior de la planta hacia abajo formando un ángulo de 90 grados. La planta responde ante esta fractura exactamente como lo harían nuestros huesos: se crea un pequeño depósito de calcio alrededor de la rotura, haciendo que esta crezca más fuerte que antes. Además, la vitalidad y el vigor de la planta aumentan como consecuencia de una mayor producción de hormonas y de auxinas.
Paso a paso
Estas pautas están basadas en un periodo vegetativo de 6 semanas de duración. Si sigues estos pasos, tu planta crecerá como nunca antes, sin cogollos popcorn ni flores inferiores de baja calidad.
Semana 1:
Deja que tu plántula crezca hasta haber desarrollado su primera punta superior. Una vez haya alcanzado una altura de 10-15 cm, habrá llegado el momento de podarla con mucho cuidado. Yo recomiendo utilizar un cortaúñas bien limpio e intentar realizar el corte lo más cerca de la base como sea posible. Corta hasta que veas un color verde claro en la base. Con este método, consigo un corte limpio que favorece el desarrollo simétrico de las colas. Las únicas hojas que quedan tras la poda son los cotiledones por lo que habrá que esperar hasta que las nuevas yemas terminales hagan su aparición.
Semana 2:
A estas alturas, las puntas ya deberían de haber aparecido y, en más o menos una semana, deberían de estar creciendo a un ritmo normal. Las hojas cotiledonales estarán también bastante grandes y las nuevas puntas deberían de andar por el tercer nudo. Sin embargo, habrá que esperar a que crezcan lo suficiente como para poder volver a podarlas utilizando el cortaúñas.
Semana 3:
Llegados a este punto, tendremos una bifurcación del tronco en forma de "Y" compuesta por dos brazos. Sin embargo, nuestro objetivo es ir un poco más allá, por lo que crearemos otra silueta en forma de "V" eliminando las 2 nuevas puntas para que la planta se vea obligada a producir 4.
Semana 4:
Desde arriba, podrás apreciar que, al igual que durante la segunda semana, las puntas podadas se han transformado en cuatro porras y que la estructura de la planta, con forma de "Y", está coronada por dos siluetas en forma de "V". Espera a que todas las colas principales se desarrollen completamente.
Semana 5:
Ahora que tus plantas lucen simétricas y rebosantes de cogollos, puedes empezar a eliminar los cotiledones así como el resto de hojas que se encuentren por debajo de las cuatro porras principales. Una vez eliminadas, la planta solamente deberá concentrarse en desarrollar los nudos superiores.
Semana 6:
Cuando las plantas alcancen cierto nivel de madurez, podrás utilizar la técnica del supercropping. Lo ideal sería aplicarla por debajo de la copa. No tendrás más que romper y doblar las 4 ramas, provocando daños en la estructura. Si se aplica correctamente, aunque el daño sea mínimo, se formará un callo (una especie de muñón) sobre la herida. Deja que las plantas se recuperen totalmente antes de inducir la floración.
Cuándo desaconsejamos utilizar el plant-training
Una vez alcanzada la floración, es mejor no utilizar ninguna técnica de entrenamiento. El uso de métodos como el topping, el supercropping o simplemente el amarre de las ramas puede resultar contraproducente si se realiza demasiado tarde. Si las plantas son sometidas a mucho estrés cuando están entrando en la floración, su crecimiento podría verse mermado o, incluso peor, podrían desarrollar hermafroditismo. Dependiendo de cuánto tiempo las mantengas en la fase de crecimiento, estas técnicas podrán ser utilizadas en mayor o menor medida.
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