Cómo combatir el trip de tu cultivo de marihuana

Qué es el trip

Los trips son unos insectos muy pequeños, de un milímetro y medio de largura aproximadamente, de colores entre blancos, amarillos o grises. Se suelen desplazar volando cuando son pocos, pero lo hacen caminando y saltando de planta en planta cuando son muchos y están en rebaño. Se reproducen unas doce veces al año y, aunque no son letales, son muy resistentes porque son muy rápidos. Suelen vivir entre un mes y un año.

Cómo prevenir el trip

Dada su rapidez de movimiento, son difíciles de erradicar una vez se instalan en el cultivo. Además, aunque son perceptibles para el ojo humano, suelen colocarse en los nervios de las hojas para camuflar su presencia en la planta. Es por ello conveniente evitar que lleguen a nuestras plantas, e identificarlos de inmediato una vez han alcanzado nuestras plantas de cannabis, porque una vez dentro, es difícil echarlos. Para evitar que se instalen en nuestras plantas de cannabis, como con la mayoría de plagas, lo más efectivo es una correcta limpieza del cultivo y de los utensilios que usamos para trabajar en él. Vigila las malas hierbas si estás cultivando en exterior. Cambia el sustrato del cultivo previo si te has decantado por el interior. Y esteriliza cuanto esté en contacto con las plantas para reducir riesgos. De un modo más activo, puedes también pulverizar algún insecticida. El aceite de Neem o el jabón potásico pueden ser unos aliados efectivos y poco agresivos. También puedes introducir otros insectos depredadores que no perjudiquen el crecimiento de tus plantas de cannabis, pero que acaben con los insectos que sean peligrosos para ellas. El empleo de ambas técnicas, puede disuadir la llegada de inquilinos indeseados.

Cómo identificar el trip

• Colocar bandas adhesivas en el cultivo de modo que estos insectos se queden pegados a ellas al desplazarse. No lo harán todos, evidentemente, pero sí es una manera efectiva para saber si hay o no trip en nuestro cultivo porque algún individuo siempre suele acabar en la banda.
• Buscar manchas plateadas y blancas sobre las hojas. Muchas veces se desplazan corriendo y saltando, cuando son muchos y se mueven en rebaño. Entonces pueden verse manchas plateadas sobre las hojas. Claro que cuando perciben movimiento se detienen e intentan camuflarse, así que no es tan evidente. Suelen estar más en la parte baja de la planta que en la parte superior de la misma. Además, hay que prestar también atención a sus larvas. Las madres suelen depositarlas en el sustrato de las plantas. En la tierra podrás identificarlas como manchas negras.
• Vigilar las hojas secas y quebradizas. Estos insectos se alimentan de la sabia de la planta y, al extraer la clorofila de las plantas para su supervivencia, las hojas tienden a romperse fácilmente.

Cómo eliminar el trip

Si estos insectos ya están en nuestro cultivo y hemos podido identificarlos, entonces procede ponerse manos a la obra para acabar con ellos. Vigilemos de neutralizarlos durante el periodo vegetativo, porque una vez nuestras plantas entren en floración no conviene aplicar ningún tipo de producto que pueda diluir el aroma y el sabor de los cogollos.

• Manualmente. Si no es una plaga muy avanzada, está la posibilidad de ir eliminando tanto los insectos como las larvas con las manos. Es laborioso, no siempre es lo más eficiente, pero a ciencia cierta no perjudicarás a la planta al hacerlo. Así que ármate de paciencia y de guantes de látex, y vete extrayendo con los dedos los insectos y partes de la planta afectadas.
• Pulverizar insecticidas. El aceite de Neem es uno de los insecticidas más socorridos para este tipo de plagas. También puedes usar piretrinas, rotenona o jabón potásico, pulverizándolo una vez cada dos o tres días sobre las plantas y el sustrato. Importante: no lo hagas cuando la planta ya esté en floración, porque si pulverizas las flores entonces mantendrán, en menor o mayor medida, el sabor del insecticida empleado.
• Introducir depredadores en el cultivo. Algunas de las especies que acaban con el trip son los ácaros o las avispas. Por eso la introducción de estos insectos en el cultivo es una opción biológica y eficiente de detener los trips sin añadir a las plantas ningún producto.