El papel del CO2 en el cultivo de marihuana

¿Qué es el CO2?

El CO2 o dióxido de carbono es un gas inerte, inodoro e incoloro, no inflamable, que está presente en el aire. El CO2, denominado comúnmente "gas carbónico", es una sustancia química compuesta por un átomo de carbono y dos átomos de oxígeno. La importancia del CO2 y el papel que juega en el desarrollo de las plantas son fundamentales; en el proceso de fotosíntesis, que se produce durante el día, las plantas absorben el CO2 y expulsan el oxígeno. Durante la noche, el fenómeno se invierte y las plantas toman el oxígeno y expulsan el CO2. Si analizamos en profundidad el proceso de fotosíntesis, vemos que ésta se produce a través de las hojas de la planta que captan la luz del sol y, en asociación con la clorofila y el dióxido de carbono (CO2), producen la savia. El CO2 está presente de forma natural en el aire, representa entre un 0,03 y un 0,04% del volumen total del aire que respiramos (entre 300 y 350 ppm (partes por millón)).

En consecuencia, el CO2 es un elemento fundamental para el proceso de fotosíntesis y para el crecimiento global de la planta. Por ello, si se incrementa el nivel de CO2 presente en el aire, además de otros elementos necesarios para el desarrollo de las plantas, se verán acelerados los procesos de metabolización, lo que se verá traducido en un crecimiento más vigoroso y en la obtención de un rendimiento final óptimo. El CO2, en concentraciones bajas, no es peligroso para el ser humano, no obstante supone un peligro cuando se sobrepasa el umbral de 100 000 ppm, lo que representa un 10% del volumen total del aire.

Beneficios del CO2 para las plantas de marihuana

Si el espacio de cultivo reúne las condiciones adecuadas y se lleva a cabo el aporte de CO2 de forma correcta, podría reducirse la duración total del ciclo de cultivo entre 5 y 10 días , y el rendimiento final se vería incrementado entre un 20 y un 30%. Para conseguir la simbiosis ideal es necesario optimizar todos los parámetros (clima, iluminación, fertilización, etc.) en armonía.

Si no se equilibran todos los parámetros con sentido común, estaremos perdiendo el tiempo y el dinero. El uso de este tipo de técnicas no está al alcance de cualquiera, por ello, para introducir en el cultivo de marihuana un sistema de aporte de CO2 es necesario contar con un nivel avanzado en el cultivo de marihuana.

El uso de CO2 en el cultivo de marihuana en interior

Es importante tener en cuenta que el CO2 aporta beneficios a la planta de marihuana durante la fase de floración. Si se utiliza durante la fase de crecimiento, las plantas podrían crecer en exceso y manejarlas podría convertirse en una tarea verdaderamente complicada. También hay que tener muy presente que hay que introducir el CO2 cuando las lámparas están encendidas, nunca en la oscuridad. Como ya hemos mencionado anteriormente, en la oscuridad la planta expulsa el CO2 de forma natural y no tendría ningún sentido. Las plantas necesitan más calor del habitual para asimilar el aporte de CO2. La temperatura adecuada, cuando las lámparas están encendidas, se sitúa entre 28 y 32ºC como máximo.

El aporte de CO2 no tiene ningún efecto durante las dos o tres últimas semanas de cultivo. El CO2 es efectivo desde el inicio de la floración hasta el momento en el que se realiza el aclarado de las raíces; unos 15-20 días antes de la cosecha. Para que el aprovechamiento del CO2 sea lo más efectivo posible y para obtener los resultados deseados, es importante asegurarse de que el espacio de cultivo es totalmente hermético. En caso contrario el CO2 aportado se perdería y la inversión seria inútil.

Diferentes sistemas de aporte de CO2 disponibles en el mercado

Kit CO2 bombona desechable: el kit incluye una botella desechable de CO2 de 2,2 litros, un reductor de presión con 2 manómetros y una electro válvula. Se trata de un sistema ideado para un cultivo de entre 5 y 8 m2. Antes de utilizarlo hay que leer atentamente las instrucciones del fabricante y tener claro cómo manejarlo ya que un mal uso podría ser peligroso.

Exhale bolsa propagadora de CO2: se trata de una bolsa que contiene micelio fúngico, un tejido de los hongos que desprende CO2 de forma natural. El CO2 es liberado a través de una tapa de salida dispuesta en la bolsa. Este sistema produce CO2 las 24 horas del día durante unos 6 meses, y es capaz de cubrir las necesidades de CO2 de un espacio de 1 m2 (4 a 6 plantas). Solo hay que colocar la bolsa Exhale entre las plantas y la bombilla y levantar la tapa del orificio de la bolsa para dejar que el gas se expanda por el espacio de cultivo.

Pastillas de CO2: son unas pastillas que se diluyen en el agua del riego y que liberan CO2 en la solución nutritiva. Se trata de una fuente de CO2 efectiva y fácil de aplicar. Las plantas no absorben el CO2 por la noche, por lo que hay que limitarse a regar durante el día. La dosis adecuada es de 1 pastilla por cada 100 litros de agua, dos veces por semana.