Cultivar en interior por primera vez es una de esas experiencias que te transforman. Mientras que para cultivar en exterior la mayoría de las veces basta con plantar una semilla en la tierra y regarla, el cultivo de interior requiere mucho más tiempo y esfuerzo, pues de lo que se trata es de reproducir las condiciones del aire libre en un armario. A continuación te explicamos todo lo que necesitas saber para hacerte cuanto antes con tu primera cosecha.
Stoney Tark
Configuración del espacio
Lo primero que hay saber es que para obtener un espacio de cultivo de alto rendimiento no se puede escatimar en presupuesto. Acude a tu grow shop de confianza para hacerte con el siguiente material, que también podrás encontrar online:
- Armario de cultivo: se trata de un habitáculo forrado con Mylar reflectante al que acoplar los elementos de iluminación y ventilación necesarios para el cultivo.
- Iluminación: podrás elegir entre lámparas HPS, MH, LED y CFL.
- Extractor: ventilador de grandes dimensiones necesario para extraer el aire viejo del armario.
- Intractor: ventilador que aporta aire nuevo al cultivo.
- Ventiladores oscilantes: se utilizan para remover el aire que se encuentra dentro del armario.
- Filtro de carbón activo: necesario para eliminar los malos olores.
- Tubos de aluminio insonorizados: se conectan al filtro de carbón activo, al extractor y al intractor.
- Macetas: pueden ser de plástico, de tela o Hydro System.
- Sustrato: medio en el que se desarrollan las semillas y clones.
- Nutrientes: disponibles en formato líquido y sólido.
- Medidor de pH: utilízalo para asegurarte de que la solución nutritiva no sea demasiado ácida ni demasiado alcalina.
- Medidor de EC: necesario para controlar la densidad de la solución nutritiva.
- Jeringa graduada: te ayudará a dosificar los nutrientes de forma más sencilla.
Una vez que hayas instalado el equipo, es muy importante que compruebes que el extractor esté realizando correctamente su tarea de expulsar el aire hacia el exterior del armario. De esta forma se crea una presión negativa que permite la entrada de aire nuevo desde la parte inferior del armario.
Sustratos orgánicos vs. hidroponía
La mayoría de los cultivadores principiantes suelen optar por el cultivo en sustratos orgánicos simplemente porque es más sencillo y porque muchas veces no conocen a nadie que les anime a probar la hidroponía. Económicamente, resulta también más ventajoso y requiere de menos habilidades. He aquí algunos ejemplos:
- Compost: materia orgánica descompuesta a partir de, por ejemplo, residuos de jardinería.
- Vermicompost: se trata de un tipo de compost producido por lombrices que es especialmente rico en microorganismos.
- Tierra diatomea: es rica en sílice y ayuda a controlar las plagas.
- Tierra: mezcla de materia orgánica que presenta numerosos hongos y bacterias.
La principal ventaja de los sustratos orgánicos es que contienen hongos y bacterias beneficiosos que entran en simbiosis con las raíces. Cuanto más numerosos son los grupos microbianos, más sencillo les resulta a las plantas absorber los nutrientes y minerales que necesitan para su desarrollo.
El cannabis que se cultiva en este tipo de sustratos suele dejar una sensación muy suave a la hora de fumar, y se caracteriza por ofrecer un sabor muy duradero. Además, las cenizas que se generan suelen ser de una tonalidad gris cálida y uniforme.
En el cultivo hidropónico, en cambio, no se utilizan sustratos orgánicos, por lo que se elimina la presencia de organismos beneficiosos, aunque también existe la posibilidad de añadirlos artificialmente. En este tipo de cultivo se utilizan nutrientes químicos que, al ser más pequeños, se absorben de forma más rápida, lo que resulta necesario ya que las plantas se suelen alimentar con mayor frecuencia. A continuación encontrarás ejemplos de sistemas hidropónicos:
- Inundación: las raíces permanecen sumergidas en una solución nutritiva debidamente oxigenada las 24 horas del día.
- Inundación y drenaje: el recipiente en el que se encuentran las raíces se inunda de solución nutritiva durante breves intervalos de tiempo.
- Aeroponía de baja presión: la solución nutritiva se pulveriza directamente sobre las raíces, que permanecen al aire en algún tipo de cámara.
- Aeroponía de alta presión: se diferencia de la aeroponía de baja presión en que las pulverizaciones son más espaciadas y se componen de gotas mucho más finas.
- Película de nutrientes: las raíces permanecen sumergidas las 24 horas del día en una capa fina de solución nutritiva que se alimenta mediante una bomba.
- Acuaponía: sistema que utiliza los desechos metabólicos de un acuario de peces como fuente de alimento para las plantas.
- Riego por goteo vertical: la solución nutritiva gotea desde la zona superior a la inferior, desde donde es recirculado al sistema de riego.
- Inundación con recirculación: se utiliza cuando los recipientes del sistema de inundación están conectados entre sí.
Los sistemas hidropónicos permiten obtener grandes rendimientos; es por ello que las plantas de tomate que se cultivan mediante esta técnica pueden superar los tres metros de altura. En este caso, el medio de cultivo es un sustrato inerte que no aporta valor nutricional, pues el objetivo principal es suministrar quelatos de pequeñas dimensiones para favorecer el crecimiento.
Hay quien argumenta que el aroma y el sabor del cannabis que se cultiva mediante métodos hidropónicos es de menor calidad del que crece en sustratos orgánicos. Aun así, si el cultivador sabe lo que hace, no debería haber diferencias sustanciales.
¿Semillas o esquejes?
Ambas opciones presentan ventajas y desventajas que vale la pena conocer antes de tomar una decisión.
Las semillas son el origen de todo y desde que existen las semillas feminizadas, que dan lugar a plantas hembra que producen cogollos en todos los casos, ya no es necesario separar los machos de las hembras durante el proceso. Además, los clones son más difíciles de obtener, por lo que a la gran mayoría de cultivadores principiantes suele resultarles mucho más cómodo y práctico trabajar con semillas. Hoy en día, la oferta de semillas regulares, feminizadas, autoflorecientes y de CBD es mayor que nunca y además existe la opción de recibirlas de forma discreta directamente en el buzón.
En cuanto a los clones, presentan la ventaja de que ya han germinado y desarrollado una masa de raíces estable. Esto permite además ahorrar un tiempo precioso, de forma que, en los cultivos con hydro system, por ejemplo, el periodo de crecimiento en el que la iluminación permanece en 18/6 se puede reducir significativamente y pasar mucho antes a floración. Esta es una de las principales razones por las que los cultivadores comerciales, que necesitan obtener grandes cosechas, cultivan a partir de clones y siempre conservan una planta madre de la que obtener réplicas genéticas según las vayan necesitando.
¿Cuáles son las necesidades nutricionales de las plantas de marihuana?
Para sobrevivir, las plantas de marihuana necesitan nitrógeno, fósforo y potasio, así como pequeñas cantidades de boro, cloro, cobre, cobalto, magnesio, manganeso, molibdeno, calcio y zinc. La concentración variará en función de la fase del ciclo de vida en la que se encuentren.
La mejor forma de evitar carencias es utilizar una línea de nutrientes, a poder ser orgánica, que contenga todos los elementos anteriores. Dado que en el sustrato se crea un efecto tampón que dura unas 72 horas (lo que tardan las plantas en absorber los nutrientes), los errores son más fáciles de corregir que en el cultivo hidropónico.
En hidroponía, los nutrientes suelen venir en packs de botellas acompañadas de una tabla nutricional, ya que no se pueden mezclar directamente a no ser que primero se disuelvan en agua.
El periodo de crecimiento y de floración
Durante la fase de crecimiento, las plantas necesitan más horas de luz (18 h) que de oscuridad (6 h), así como un nivel de humedad comprendido entre el 70 y el 75 %. Para calcularlo, se puede utilizar un higrómetro, que además permite conocer los máximos y mínimos de las últimas 24 horas. En esta etapa, las plantas se centran en desarrollar un sistema de raíces extenso, ramas resistentes que más adelante producirán cogollos voluminosos y una masa de hojas tupida que favorezca la fotosíntesis.
Una vez que las plantas han crecido lo suficiente, es el momento de cambiar la iluminación a 12 horas de luz y 12 de oscuridad para desencadenar el cambio hormonal que hace que se active la floración. A partir de ese momento, las plantas desarrollarán flores durante 7-12 semanas en función de la variedad. En esta fase, la humedad debe descender al 30%, para lo que se puede utilizar un deshumidificador, especialmente útil durante los meses fríos.
De la misma manera, la utilización de un humidificador te ayudará a conseguir el nivel de humedad deseado durante la fase de crecimiento.
Cosecha, trimming y curado
El día de la cosecha es el que todos los cultivadores marcan en rojo en el calendario, y el que dedican a manicurar secretamente los cogollos.
Existen dos maneras de realizar el trimming. La primera, conocida como trimming en húmedo, consiste en recortar los cogollos nada más haberlos cosechado. Las hojas que contengan resina se utilizarán para realizar hachís, mientras que los cogollos se dejarán secar sobre una red durante unos 10-14 días (a 15 ºC y con una humedad del 50 %).
La segunda manera, o trimming en seco, consiste en secar las plantas durante 10-14 días antes de retirar las hojas y cogollos inferiores poco interesantes, con los que realizar extracciones. Dado que el secado ya ha tenido lugar, en este caso no es necesario colocar los cogollos sobre una red, sino que se pueden introducir directamente en los botes de curado.
Durante el proceso de curado, el contenido de agua de los cogollos pasa del 50 al 30 %, la cantidad ideal para que tanto el aroma como el efecto sean excepcionales. Cuanto más largo sea el proceso de curado, mayor cantidad de THC se transformará en CBN, dando lugar a un efecto más físico.
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