El cannabis es una planta extremadamente compleja y contiene muchos más cannabinoides que el THC y el CBD. El cannabigerol (CBG) es uno de ellos, un cannabinoide no psicoactivo que puede ayudar a tratar múltiples enfermedades y que está ganando mucha popularidad debido a su gran valor medicinal. Pero si bien el CBG tiene propiedades medicinales fascinantes, lo que realmente hace que sea único es su capacidad de mutar en THC, CBD o cannabicromeno (CBC) en las condiciones adecuadas.
El CBG es el gran desconocido en la planta de cannabis, precisamente porque se encuentra en pequeñas cantidades (menos del 0,5 %) y, con la restrictiva legislación actualmente vigente, apenas existe espacio para más investigación más allá del THC o CBD. Pero el CBG es el primer cannabinoide que se forma en la planta. Por lo tanto, se considera como "la célula madre de cannabis" o "el padre de los cannabinoides" porque es esencial para crear THC y cannabidiol (CBD), que son dos de los cannabinoides con mayor presencia.
Es importante saber que el CBG es la forma no ácida del CBGA, la molécula original a partir de la cual se producen varios cannabinoides. Una vez que una planta de cannabis madura completamente, la mayoría del CBGA se convierte en CBG, que posteriormente se transforma en THC, CBD y otros cannabinoides minoritarios. Como resultado, el CBG desaparece al ser solo una breve estación de camino a la producción de otros cannabinoides.
Si nos basamos en investigaciones bastante limitadas, parece que el CBG trabaja en sinergia con otros cannabinoides para proporcionar un equilibrio en los efectos del cannabis. También se cree que el CBG puede contrarrestar los efectos psicoactivos asociados con el consumo de THC, actuando como un modulador para que te mantengas completamente funcional, por lo que tiene habilidades similares al CBD a este respecto. De hecho, el CBG actúa sobre el sistema nervioso central del cuerpo sin crear un efecto psicoactivo. Por lo tanto, los usuarios no tienen que preocuparse por efectos secundarios después de su consumo.
Propiedades medicinales
En general, las propiedades medicinales del CBG son similares a las de CBD, aunque algunos expertos aseguran que incluso son más potentes. Varios estudios científicos indican que el CBG alivia el dolor, reduce la inflamación que produce algunas patologías como la enfermedad de Crohn, es un gran inductor del sueño y tiene propiedades ansiolíticas. Además, dado que el CBG puede bloquear los receptores de serotonina, esto sugiere que podría tener un papel importante en el tratamiento de la depresión.
Por otro lado, el CBG también inhibe el crecimiento de las células cancerígenas, ayudando a retrasar la progresión del cáncer de colon. Además, el CBG podría ser un poderoso aliado para el tratamiento del glaucoma, ya que reduce la presión intraocular mientras actúa como un vasodilatador efectivo. Del mismo modo, en los últimos años, se ha descubierto que el CBG es un neuroprotector extremadamente activo, especialmente con respecto a la enfermedad de Huntington, lo que puede ser útil en el tratamiento de muchas enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson o el Alzheimer.
¿Es el CBG el nuevo CBD?
El CBG ha ganado mucha popularidad en los últimos tiempos gracias a este amplio abanico de propiedades medicinales. Pero sobre todo por una particularidad que le otorga un doble beneficio: para obtener plantas con altas concentraciones de CBG hay que evitar su transformación en otros cannabinoides, disminuyendo la concentración de estos. Es lo que ha hecho la empresa española Hemp Trading, que junto con la Universitat Politècnica de Valencia (UPV) han desarrollado la primera cepa de cannabis libre de THC con alto potencial medicinal. La nueva variedad es totalmente legal ya que está libre de componentes psicoactivos y destaca por su alta concentración de CBG.
El logro ha sido desarrollar una genética que bloquea algunos pasos de la ruta biosintética de los cannabinoides, evitando la formación de tetrahidrocannabinol (THC), el componente ilegal y psicoactivo, mientras se aumenta la acumulación de cannabigerol (CBG), que antes se encontraba en una cantidad residual. Gracias al trabajo de los investigación de la UPV, una de las únicas seis entidades en España que tiene una licencia para el cultivo de cannabis con fines científicos, no solo se eliminó el THC, sino que se aumentó la concentración de CBG a niveles superiores al 15 %, cuando la cantidad normal es del 0,1 - 0,5 %.
Gracias a desarrollos de este tipo de genéticas, el CBG se puede obtener de forma industrial, abriendo la puerta a la producción a gran escala de manera legal, así como propiciar más investigaciones para evaluar sus propiedades medicinales. Además, el proceso de extracción del CBG requiere menos purificación que el de CBD, el otro componente medicinal no psicoactivo del cannabis que ahora está en auge. Y es que las plantas ricas en CBD, tanto del cáñamo como de la marihuana, contienen una fracción de THC que debe separarse y rechazarse en el proceso de purificación. En este caso, el CBG se obtiene puro sin la presencia de otros cannabinoides, es decir, asegurando que está libre de THC.
También en Estados Unidos
Otra de las mecas del CBG es Oregón, un estado que ha tenido un mercado de cáñamo bien establecido durante varios años, y con más de 7.000 acres plantados en 2018, tiene la tercera industria de cáñamo más grande de los Estados Unidos, tras Montana y Colorado. El tamaño y la diversidad del mercado del cáñamo de Oregón lo ha convertido en un caldo de cultivo e innovación que está poniendo los ojos en el CBG como la próxima revolución del cannabis.
Un ejemplo de la investigación genética para dar con cepas ricas en CBG es el de Oregon CBD, que ha estado los últimos dos años trabajando para estabilizar las primeras variedades de CBG dominantes, listas para la producción en forma de semilla.
De hecho han desarrollado la que denominan como "la primera línea pura de genéticas CBG Tipo 4", logrando proporciones de "100-1 CBG a THC, con algunas variedades individuales que pueden superar 300-1". En el sitio web de Oregon CBG destaca su cepa registrada bajo el nombre de Stem Cell CBG, "cuyo perfil de cannabinoides es 99,5 % de CBG", con un límite de 0,3 % de THC para que puedan moverse a través de las prohibiciones estatales.
Otras empresas norteamericanas, como True Terpenes o Panacea Plant Sciences, también están trabajando para desarrollar plantas de cannabis ricas en CBG que podrían producir hasta el 100 % de este cannabinoide. Y según algunas informaciones, la británica GW Pharmaceuticals también tiene una línea de plantas que pueden producir CBG puro, que están utilizando para investigar más profundamente este cannabinoide secundario.
Y es que la idea de ofrecer productos que demuestren perfiles de cannabinoides únicos y extender la oferta del CBG a personas que no son consumidores de cannabis es una decisión comercial inteligente. Y una excelente manera de educar al público sobre los beneficios del consumo de marihuana medicinal, ayudando a difundir su investigación.
La industria del cannabis medicinal está cambiando para hacer hueco a este tipo de genéticas y veremos un mayor interés en productos basados en CBG a corto plazo, pues los consumidores de cannabis también están evolucionando para centrarse en cómo esta planta puede ayudarlos a sacar más provecho de sus vidas.
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