Nos estamos lavando las manos como nunca antes en un esfuerzo por prevenir la propagación del coronavirus. Pero este acto puede dejar nuestras manos secas y agrietadas. Y con un panorama en el que el virus podría permanecer entre nosotros durante años, se prevé un aumento en las ventas de cremas y lociones de CBD a medida que intentamos mantener nuestras manos limpias y saludables.
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Con el coronavirus impactando al mundo, la mayoría de nosotros estamos haciendo todo lo posible para evitar resultar infectados. Según los profesionales médicos, la mejor manera de hacerlo es practicar el distanciamiento social, junto con un lavado minucioso y frecuente de las manos con agua y jabón o un desinfectante a base de alcohol.
El método por el cual los virus y las bacterias se destruyen durante el proceso de lavado de manos es mecánico, ya que los patógenos se eliminan con fricción y luego se enjuagan de la piel, mientras que los desinfectantes a base de alcohol inactivan las paredes celulares al colapsarlas. Esto altera su composición y desmantela de manera efectiva el núcleo de la célula, no solo destruyéndola sino haciéndole imposible comunicarse o reproducirse.
Si bien se ha descubierto que la higiene ayuda a aplanar la curva de contagios de COVID-19, el aumento del lavado de manos tiene como resultado manos secas e irritadas, ya que, según los dermatólogos, el lavado excesivo elimina la grasa y los aceites saludables (conocidos como sebo) y eso deshidrata la piel.
Además, cerca del 10% de la población mundial sufre alguna patología cutánea, como pueden ser la psoriasis, la urticaria crónica o la dermatitis atópica (también conocida como eccema), una enfermedad que produce picazón, inflamación y grietas en la piel; y que hace que lavarse las manos con jabón o un desinfectante alcohólico sea una pesadilla. Así que lavarse las manos cinco veces al día, lo que se ha vuelto común en la era COVID-19, podría ser francamente brutal para alguien con este tipo de dolencias.
Aquí es donde entra el CBD
La desinfección es necesaria para vencer al virus, por lo que es crucial encontrar formas de calmar las manos después del lavado excesivo, porque además de picar, inflamarse o quedarse en carne viva, la piel está en riesgo de desarrollar una infección.
El cannabidiol es un cannabinoide con una amplia gama de aplicaciones médicas. Es un potente antiinflamatorio que lo hace bastante efectivo contra las enfermedades cutáneas. Además de eso, suaviza, hidrata y nutre la piel, lo que permite recuperarse del lavado de manos frecuente y abrasivo.
Existen muchos receptores cannabinoides en la piel, lo que podría reducir los síntomas a través de las interacciones entre los fitocannabinoides y nuestro sistema cannabinoide endógeno, un sistema corporal que ayuda a regular procesos como el estado de ánimo, la memoria, el dolor, el apetito, el estrés o la función inmune, todo lo cual determina el equilibrio interno o la homeostasis del cuerpo. Y el CBD interactúa con este sistema endocannabinoide ayudando a la piel a restablecer o mantener la homeostasis. El resultado, en este caso, es una reducción de los síntomas asociados con las enfermedades cutáneas.
¿Podría también el CBD defendernos de virus y bacterias?
Los científicos saben desde hace años que el cannabis tenía poderes notables. Pero recientemente ha salido a la luz que el CBD también es un agente antiséptico mucho más potente de lo que se pensó inicialmente. El Instituto de Biociencia Molecular de la Universidad de Queensland en Australia señaló hace solo unos meses que el cannabis no solo es un antiinflamatorio, sino que creen que tiene potencial para ser el antibiótico que alumbre nuestro futuro.
Su equipo de investigación reveló una investigación presentada por el Dr. Mark Blaskovich, centrándose en las enfermedades de la piel, que descubrió que el cannabidiol era "notablemente efectivo para matar una amplia gama de bacterias Gram-positivas, incluidas las bacterias que se han vuelto resistentes a otros antibióticos", entre las que se encontraban cepas de estafilococos y bacterias estreptocócicas presentes en la garganta y sobre la piel. Y no perdió efectividad después de un tratamiento prolongado.
"Dados los efectos antiinflamatorios documentados del cannabidiol, los datos de seguridad que existen en ensayos con humanos y el potencial de las diversas rutas de administración, el CBD es un nuevo antibiótico muy prometedor que merece una investigación más profunda", afirma el Dr. Blaskovich. "La combinación de su inherente actividad antimicrobiana y el potencial para reducir el daño causado por la respuesta inflamatoria de las infecciones es particularmente atractiva".
Es importante destacar que el fármaco probado (un compuesto de CBD sintético) mantuvo su actividad contra bacterias que se han vuelto altamente resistentes a los antibióticos comunes creados para matarlas (como la la vancomicina o la daptomicina), lo que hace que las infecciones sean difíciles o imposibles de tratar y que, según la OMS, sea también una crisis sanitaria que podría cobrarse 50 millones de vidas hasta 2050.
Los retos de la industria del CBD tópico
Las empresas de cannabis han añadido CBD a productos para el cuidado corporal durante los últimos años. Y debido a que las prohibiciones se están levantando lentamente, también se está investigando el uso efectivo de CBD en otros productos de higiene.
Según un reciente informe de la consultora Grand View Research, el mercado global de desinfectantes para manos fue valorado en 2,7 mil millones de dólares en 2019 y se espera que crezca a una tasa anual del 22,6% de 2020 a 2027. Si se combina esto con la industria del CBD, que se valoró en 4,6 mil millones de dólares en 2019 y se espera que crezca a una tasa anual de 22,2% hasta 2025, el resultado tiene un enorme potencial para la venta de productos. De hecho, durante la crisis del coronavirus al menos siete grandes empresas de CBD han anunciado productos relacionados con desinfectantes para manos.
Uno de ellos es la marca canadiense Neptune Wellness Solutions, que anunció recientemente que ha establecido una asociación exclusiva con la reconocida conservacionista Jane Goodall para desarrollar conjuntamente productos desinfectantes de manos naturales a base de CBD bajo la marca Forest Remedies, en la que se donará un porcentaje de todas las ventas para apoyar las iniciativas de conservación y reforestación ambiental de la Dr. Goodall.
Pero también son muchas las marcas de CBD en EE.UU. que están chocando contra la barrera creada por la falta de regulaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos, lo que está causando dos problemas simultáneos en la industria del CBD.
Por un lado, las marcas de CBD que actúan mal afirmando que su CBD cura todo, desde el cáncer hasta la COVID-19, obligan a la FDA a emitir cartas de advertencia para que dejen de hacer publicidad medicinal engañosa. Por otro lado, las marcas de CBD que hacen todo lo posible para actuar de buena fe no pueden comercializar con precisión sus productos de CBD, porque tienen miedo de recibir las mismas cartas de advertencia de la FDA.
Cuando se trata de productos para la piel de CBD ocurre lo mismo. Así que parece que es necesaria una pandemia mundial para hacer clic en las mentes de las autoridades. Si bien todos esperamos que la crisis COVID-19 disminuya lo más rápido posible, es probable que los esfuerzos constantes de lavado de manos y desinfección estén aquí para quedarse. En cuanto al CBD, la creciente cantidad de evidencia que apunta a sus posibles beneficios para la salud ya ha creado una base de consumidores leales que no parará de crecer. Y más ante la situación sanitaria actual que estamos viviendo.
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