Cuando la primavera se acerca, es importante dedicar tiempo a la planificación de la que será tu cosecha para que el resultado sea el mejor posible. Hoy os detallamos los puntos a considerar al poner en marcha un cultivo de exterior, así como la mejor manera de sacar el máximo partido a tus plantas de marihuana.
Por Stoney Tark
¡Ubicación!
Cultivar marihuana en outdoor puede ser un proceso muy largo durante el que las plantas se pasan meses en un mismo punto. Es crucial tener en cuenta la trayectoria del sol, que cambiará con las diferentes estaciones, a la hora de elegir una buena localización para tus plantas. Lo ideal sería un punto que les permitiera recibir tanta luz como sea posible tanto en la fase de crecimiento como en la de floración.
Aquellos que cultivan en plena naturaleza, por ejemplo, deberán prestar atención a los árboles y las montañas que rodean su cultivo puesto que podrían bloquear la luz del sol durante la puesta de sol, exactamente como ocurre en las ciudades con los edificios altos. Dar con el lugar ideal puede ahorrarte el trabajo de tener que andar moviendo enormes plantas de un lado para otro. La clave es garantizar una buena ingesta de luz durante la floración, que es cuando se desarrollan los cogollos.
¿Qué variedad te conviene?
La elección de la variedad perfecta debería estar basada en multitud de variables: el clima y la cantidad de luz a la que estaría expuesta, el espacio de cultivo disponible, la importancia del control de olores y las habilidades del cultivador. Por muy tentador que pudiera parecer hacerse con lo último de lo último en variedades de marihuana, tendrás que valorar cuán apestosas son ya que podrían atraer atención indeseada.
El fuerte olor de las variedades Kush, por ejemplo, podría requerir el uso de ruidosos sistemas anti-olor que no tardarían en provocar una llamada de atención por parte de tus vecinos o, incluso peor, de las autoridades. Piensa en lo grandes que se harán tus plantas, en cuántas quieres cultivar, en las técnicas de cultivo que piensas utilizar, en la cantidad de luz directa que recibirán…
Preparar tu propio medio de cultivo orgánico
Una de las ventajas de cultivar en exterior es poder preparar tu propio medio de cultivo orgánico. Un medio rebosante de microorganismos beneficiosos permitirá a tus plantas crecer en plenitud mientras contribuye a la regeneración del terreno. Yo recomiendo usar humus de lombriz procedente de un contenedor de lombrices o preparar una pila de compost con cierta antelación para su posterior descomposición.
La capacidad de drenaje y acción capilar de tu medio de cultivo es también muy importante ya que de ellas dependerá la disponibilidad de nutrientes, así como la ventilación y el drenaje de la zona radicular. A la mezcla de humus de lombriz, bat guano y compost, tratada con té de compost orgánico con el objetivo de incrementar la actividad microbiana y mejorar así la vitalidad de la planta, deberás añadirle perlita, vermiculta, coco, tierra de diatomeas, arcilla expandida, virutas de madera y serrín para una mayor aireación.
Utiliza un buen soporte para plantas
Las plantas de cannabis crecen con gran vigor durante los meses de primavera y verano, por lo que habrá que utilizar algún tipo de soporte que les permita crecer en plenitud y, sobre todo, desarrollar cogollos de gran tamaño sin peligro de que las ramas se quiebren a causa del exceso de peso. Las plantas que no cuenten con un buen soporte (espalderas, tutores de bambú…) podrían acabar sus días por los suelos.
De hecho, cuando una rama entra en contacto con el terreno, corre el riesgo de contraer oídio o ser atacado por otros patógenos que se encuentran en espacios poco oxigenados. Mi consejo a la hora de colocar los tutores de bambú es situarlos en el borde de la maceta, lejos de la zona radicular principal. Esto, además, te permitirá poder atar cada una de las plantas individualmente, mejorando aún más la sujeción.
Usa alguna técnica de privación de luz
Cubriendo tus plantas durante los meses en los que la cantidad de luz solar supera las 12 horas al día, conseguirás inducir la floración. En el sur de Europa, la privación de luz es posible de abril a julio, lo que permitirá obtener varias cosechas dentro de un mismo año.
Con un túnel invernadero de polietileno, podrás ofrecer a tus plantas un ciclo de luz de 12/12 sin tener que andar metiendo y sacando enormes plantas de tu casa o de algún garaje o cobertizo. Usada correctamente, esta técnica produce unos resultados increíbles y permite al cultivador aprovechar las horas más calurosas del día, cuando el sol está en su punto más álgido.
Control biológico de plagas
No hay nada peor que descubrir que tus plantas han sido pasto de los caracoles, las babosas o los saltamontes. De hecho, es normal entrar en pánico al encontrar señales del ataque de insectos y no saber exactamente qué hacer para protegerlas. No importa cuán útiles hayan demostrado ser: no hay que utilizar químicos ni plaguicidas ya que no solo dañan al medio ambiente sino que pueden ser muy peligrosos tanto para tus plantas como para los microorganismos que las rodean.
Yo aconsejo invertir en insectos depredadores e introducirlos en tu espacio de cultivo. Su labor es la de mantener la relación depredador-presa, por lo que acabarán rápidamente con tu problema. A las babosas y caracoles no les gusta el cobre. Es por eso que la colocación de anillos de cobre en la parte superior del medio de cultivo evitará que se sigan moviendo una vez entren en contacto con ellos. Si colocamos cáscaras de huevo secadas al sol en descomposición sobre el medio, también los mantendrá alejados.
Cultiva también autoflorecientes
Sí aún no has cultivado autoflorecientes, te estás perdiendo una gran manera de obtener cosechas extraordinarias en exterior sin grandes esperas. La gran ventaja que ofrecen las genéticas autoflorecientes es que no dependen del fotoperiodo, sino que florecen automáticamente y producen flores enormes y cosechas realmente copiosas.
Los cultivadores del sur de España, por ejemplo, pueden cultivar genéticas automáticas de marzo a noviembre, obteniendo, de esta manera, unas 3-4 cosechas al año. Además, el amplio abanico de variedades autoflorecientes también incorpora una larga lista de genéticas CBD que permitirían a los usuarios medicinales cultivar sus híbridos CBD preferidos en un tiempo récord.
Té de compost como un gran aliado
Los beneficios del té de compost se asocian normalmente a la fase de floración. Sin embargo, el compost tea orgánico, al ser tan rico en microorganismos, puede ayudar a regenerar el terreno degradado haciendo que las plantas que entren en contacto con él establezcan una relación simbiótica con los hongos y las bacterias presentes en el té.
Durante la fase vegetativa, es aconsejable usar compost tea de ortiga o de alfalfa ya que poseen altos niveles de nitrógeno y de oligoelementos esenciales. Durante la fase de floración, en cambio, es preferible elaborar un té de compost a base de potasio y fósforo, lo que explica el éxito del bat guano entre los cultivadores. El principal objetivo del té de compost no es tanto proporcionar elementos nutritivos, sino permitir a los organismos aerobios beneficiosos reproducirse con ayuda del oxígeno disuelto y de una fuente de alimento como la melaza.
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